Un proyectil deja tres muertos en la parroquia de Gaza
Hay cinco personas gravemente heridas y varias más leves, incluido el párroco. Sus advertencias para que la gente permaneciera en el interior estos días por los bombardeos y presencia de tanques israelíes cerca ha podido evitar «una masacre» con 50 o 60 muertos
«Con profundo pesar el Patriarcado latino de Jerusalén puede ahora confirmar que dos personas han muerto como resultado de un aparente ataque por el Ejército israelí» contra la parroquia de la Sagrada Familia de Gaza. Así lo ha confirmado la oficina de comunicación del Patriarcado a Alfa y Omega. Se trata de Saad Issa Kostandi Salameh y de Foumia Issa Latif Ayyad. Poco después, su cuenta institucional en redes sociales ha confirmado una tercera víctima mortal: Najwa Abu Daoud.
En cuanto a los dos primeros, Cáritas Jerusalén explica que Saad Salameh, de 60 años, era el encargado de mantenimiento de la parroquia. «Estaba en el patio en el momento de la explosión». Foumia Ayyad, de 84 años, estaba recibiendo atención en ese momento dentro de la tienda de campaña del proyecto de apoyo psicosocial de Cáritas. Ambos fueron trasladados de urgencia al Hospital Al Mamadami «pero debido a la grave carencia de recursos médicos y de unidades de sangre, trágicamente fallecieron».
«Nada puede justificar el poner como objetivo a civiles inocentes», denuncia el mensaje del Patriarcado. «Rezamos por el descanso de sus almas y el final de esta bárbara guerra».
La parroquia de la Sagrada Familia, de Gaza, se ha visto afectada en la mañana de este jueves por la caída de un proyectil. «Dicen que fue un error por parte de un tanque israelí, pero no lo sabemos», ha explicado el patriarca latino de Jerusalén, cardenal Pierbattista Pizzaballa, a Vatican News. «Golpeó directamente la iglesia».

También hay tres heridos graves y varios más leves, incluido el párroco. El templo «ha sido golpeado por un ataque esta mañana», relata un comunicado oficial previo del Patriarcado Latino de Jerusalén.
«Hay varios heridos por las esquirlas, con mayor y menor gravedad», explican a Alfa y Omega fuentes locales. Entre ellos, el padre Gabriel Romanelli, IVE, en su caso con «heridas aparentemente leves en la pierna. Está fuera de peligro».
Además de la anciana fallecida, otra que estaba en ese momento con ella dentro de la tienda de Cáritas también sufrió heridas muy graves y fue trasladada al hospital. Asimismo, se encuentran graves «tres jóvenes que estaban de pie a la entrada de la iglesia», prosigue Cáritas. A ellos los llevaron al hospital en vehículos privados «por la urgencia de la situación».
Podría haber sido una masacre
«Durante la pasada semana, el padre Rmoanelli había estado exhortando a la gente a permanecer dentro de sus habitaciones». La zona se había vuelto «cada vez más peligrosa» debido a «la intensa caída de proyectiles cerca y a las operaciones militares».
De hecho, este miércoles «la amenaza se había vuelto especialmente grave por la presencia de tanques israelíes cerca del complejo eclesial y los continuos ataques en las proximidades». Uno de los miembros de Cáritas ha asegurado que «si el padre Gabriel no nos hubiera advertido de que permaneciéramos en el interior, podríamos haber perdido a 50 o 60 personas. Habría sido una masacre».
Los hechos ocurrieron en la mañana de este jueves, a las 10:10 horas locales. «Ya había terminado la adoración», relatan las fuentes locales. Según el relato de Cáritas, un proyectil golpeó el edificio. «La explosión ocurrió cerca de la cruz del tejado, esparciendo metralla por el patio». Los heridos estaban fuera del templo. «La iglesia ha sufrido daños», añade el comunicado del Patriarcado.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, ha condenado lo sucedido. «Los ataques israelíes sobre Gaza golpena también a la iglesia de la Sagrada Familia», ha escrito en su perfil de la red social X. «Son inaceptables los ataques contra la población civil que Israel está llevando adelante desde hace meses. Ninguna acción militar puede justificar tal actitud».
Un ataque anterior
No es la primera vez que la guerra que comenzó en octubre de 2023 golpea la parroquia de la Sagrada Familia, a sus feligreses o a los cientos de personas que se refugian en ella desde el inicio de la guerra. En diciembre de ese mismo año dos mujeres, Nahida y Samar, madre e hija, murieron por los disparos de un francotirador israelí dentro del recinto. Una fue alcanzada mientras intentaba salvar a la otra, ya herida.
Entonces, el Patriarcado afirmó de forma contundente que fueron asesinadas «a sangre fría» en el perímetro de la parroquia, «donde no hay ningún combatiente». Otras siete personas resultaron heridas durante el tiroteo que alcanzó a varios de los gazatíes que se refugian en el complejo parroquial.
Durante ese mismo ataque, las fuerzas israelíes dañaron severamente el convento de las Misioneras de la Caridad, donde las religiosas cuidaban de 54 personas con discapacidad. Un tanque disparó tres proyectiles contra las instalaciones y destrozó los paneles solares que proveían de electricidad al convento. Como resultado, el edificio quedó temporalmente inutilizado. También se perdieron los tanques de agua.
Un mes antes fue asesinada otra feligresa de la Sagrada Familia. Era la señora Elham Farah, de 84 años. La mujer abandonó momentáneamente la parroquia católica donde se refugiaba para ir a comprobar los daños en su domicilio. En el camino, fue abatida por una patrulla israelí. Resultó gravemente herida en las piernas y murió desangrada ante la imposibilidad de acudir a socorrerla ya que los soldados disparaban de forma indiscriminada.