Vacuna de la gripe entre imágenes de la Virgen
La parroquia de Nuestra Señora de los Remedios y la Hermandad de la Macarena en Sevilla abren sus espacios para evitar la saturación de los centros de salud
La Iglesia sigue arrimando el hombro por la pandemia. Pasan las semanas y las iniciativas, lejos de decrecer, aumentan. Una de las últimas es el ofrecimiento a las autoridades de espacios para llevar a cabo la campaña de vacunación de la gripe, que este año se prevé masiva, y evitar la saturación de los centros de salud y las aglomeraciones y posibles contagios por COVID-19. Así está sucediendo en Sevilla, donde la parroquia Nuestra Señora de los Remedios y la Hermandad de la Macarena han cedido los salones parroquiales y la casa de la hermandad, respectivamente, para tal fin.
«Como el centro de salud es pequeño, los sanitarios me pidieron si podía abrir la parroquia para vacunar. Y no lo dudé», explica a Alfa y Omega Francisco Ortíz, el párroco de Nuestra Señora de los Remedios. Esta parroquia ya tiene experiencia en materia sanitaria, pues acoge periódicamente donaciones de sangre. Y concluye: «Las parroquias tenemos que estar totalmente abiertas a la realidad. Prestamos un servicio y la vida parroquial no se ve alterada. Al contrario, gana enteros, pues se valora mucho que se haya tenido este gesto».
Lo mismo sucede en la Hermandad de la Macarena. Entre imágenes de la Virgen se han vacunado ya numerosas personas mayores de 65 años, las primeras que han acudido. «El entorno no es tan estresante como el sanitario. Vienen, entran a la basílica y ven a la Virgen, pasan al salón y se vacunan. Para ellos es un paseo agradable», explica Alejandro López, que se encarga de la comunicación en la hermandad.
Este ofrecimiento se enmarca en el pilar de asistencia social de la hermandad. Una actividad que ha crecido en los últimos años con nuevos programas –asistencia jurídica, veteranos, pastoral penitenciaria…– y que se ha ensanchado más allá del reparto de alimentos y ayudas económicas. En concreto, a raíz de la pandemia se ha implementado una dimensión más, «la caridad sanitaria», que se incorpora a programas ya existentes como el de los veteranos y provoca nuevas acciones.
Así, cedieron en un primer momento las instalaciones de la hermandad al Centro de Transfusión de Sangre para que pudiera llevar a cabo campañas de donación de sangre y ahora han hecho lo propio con el Servicio Andaluz de Salud (SAS) para la vacuna de la gripe. «Lo que estamos montando es una especie de hospital de campaña para vacunar», explica López.
La filosofía que siguen tiene que ver con tener abierta la casa al barrio y a la ciudad, para que todos los que quieran puedan disfrutar de ella. «No es solo para los hermanos o cuestiones de la hermandad. En esta línea, se usa la casa de la Hermandad de la Macarena como prolongación de los servicios sanitarios. Hay una necesidad en el barrio y en la ciudad, que es la vacunación, y la hermandad abre las puertas de su casa», concluye López.