Una procesión histórica en el jubileo de las cofradías en Córdoba
San Rafael, el Sagrado Corazón y la Virgen de los Dolores se unieron en procesión con motivo del 90º aniversario de la consagración de la ciudad al Corazón de Jesús
Córdoba ha vivido la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús de manera muy especial con tres imágenes como protagonistas en un gran acto jubilar de las cofradías. San Rafael, seguido por la imagen del Sagrado Corazón de Jesús de San Hipólito y la Virgen de los Dolores salieron a la calle este domingo para conmemorar esta festividad y el 90 aniversario de la consagración de Córdoba a la devoción del Sagrado Corazón de Jesús, motivo por el que se ha convocado un año jubilar.
Tras partir de diversos templos de la ciudad –San Rafael desde San Andrés sobre el paso de María Auxiliadora; el Sagrado Corazón de Jesús desde San Hipólito y la de la Virgen de los Dolores desde San Jacinto–, se unieron para poner rumbo a la Santa Iglesia Catedral. Allí tuvo lugar un acto eucarístico en el que se recordó el sentido de esta celebración: conmemorar el 90 aniversario de la consagración de Córdoba a la devoción del Sagrado Corazón de Jesús.
Estas imágenes ya protagonizaron un cortejo similar el 24 de octubre de 1929 organizado con motivo de la inauguración del monumento del Sagrado Corazón de las Ermitas para esa consagración de la ciudad a esta advocación. De ahí que para esta conmemoración jubilar de 2019 se programara ampliar el recorrido hasta la Catedral de Córdoba en recuerdo del cortejo celebrado 90 años antes.
El cortejo estuvo formado por las hermandades de Gloria que vinieron acompañando a San Rafael, las de penitencia con Nuestra Señora de los Dolores y las hermandades sacramentales junto al Sagrado Corazón, guiadas por los miembros de la Agrupación de Cofradías, encargados de organizar la procesión.
Por su parte, las calles se engalanaron con las banderas del año jubilar, cuyos beneficios de la venta se ha destinado íntegramente a la financiación de la Obra Social del jubileo, que tiene como beneficiarias a las residentes del área de alta vulnerabilidad de la casa diocesana Madre del Redentor, gestionada por de Cáritas.