Una de cada 17 muertes en Países Bajos ya es por eutanasia
Según los datos revelados esta semana por los organismos de control, las muertes provocadas por sufrimiento psicológico son un 2 % de las casi 10.000 totales y casi se han duplicado en dos años
El número de eutanasias motivadas por causas psiquiátricas en los Países Bajos prácticamente se ha duplicado en dos años. Según el informe publicado el pasado lunes por los Comités Regionales de Evaluación de la Eutanasia (RTE), en 2024 219 personas solicitaron la muerte por este motivo. Esto supone un incremento del 59 % respecto a las 138 de 2023. En 2022 fueron 115 y en 2020, 88.
El mismo presidente del RTE, Jeroen Recourt, se ha preguntado en declaraciones a los medios: «¿Estamos haciéndolo bien?». Y daba la bienvenida a «un debate social sobre la eutanasia debido al sufrimiento mental entre jóvenes». Aludía al miedo de que personas con tendencias suicidas estén recurriendo a esta vía en vez de poner ellas mismas fin a su vida. De las muertes por sufrimiento mental, 30 personas tenían menos de 30 años.
Según publica The Times, uno de los afectados «describía su vida como “sin suerte”. Se sentía muy solo, era profundamente infeliz y no disfrutaba de nada. No podía conectar con sus iguales y la sociedad y se sentía incomprendido», en palabras del propio comité.
Seis casos mal aplicados
«El médico estaba convencido de que su sufrimiento era desesperado» y creía que existía «una alta probabilidad de que volviera a intentar suicidarse si no se seguía su deseo de recibir la eutanasia». A pesar de esto, solo en seis casos del total se consideró que la eutanasia estuviera mal practicada. En casi todos fue por una incorrecta administración de las drogas que hizo que pasara demasiado tiempo entre el coma inducido y la muerte.
Únicamente en dos se consideró que el médico no había ratificado lo suficiente que la voluntad de morir era firme y libre y no había ninguna alternativa para aliviar el sufrimiento. Uno de los casos cuestionables está relacionado con sufrimiento causado por una enfermedad mental. Una mujer tenía un trastorno que le hacía ver excremento en todas partes y limpiar obsesivamente todo, pero, cuando se fracturó una vértebra y ya no podía limpiar, su estado mental empeoró de forma severa, hasta considerarlo «insoportable».
Según los expertos que revisaron el caso, el médico tenía que haber consultado a un psiquiatra independiente para determinar si su sufrimiento era realmente incurable o había otras opciones de tratamiento. El resultado de estas investigaciones se conocerá más adelante.
54 muertes en pareja
En cuanto a los datos globales, el año pasado se registraron 9.958 muertes, un 10 % más de muertes por esta causa que en 2023. Esto implica que el 5,8 % —uno de cada 17— de los fallecimientos totales que tuvieron lugar en Países Bajos en 2024 fueron provocados por el personal sanitario, informa EFE. Las eutanasias por razones psicológicas suponen así un 2 % del total.
La gran mayoría de los casos, un 86,29 %, tuvo como causa enfermedades físicas comunes como el cáncer, del sistema nervioso, pulmonares o cardiovasculares. Mientras, 427 de los casos de eutanasia fueron pacientes con algún tipo de demencia. A los RTE también se les notificaron 397 eutanasias de personas con varias enfermedades relacionadas con la vejez, y 232 se encontraban bajo la categoría de «otras enfermedades».
Además, también hubo 54 casos de eutanasia en pareja, en la que dos personas decidieron poner fin a su vida juntas. Generalmente, estos eran casos de parejas sentimentales. Pero por primera vez otras personas consideradas «parientes cercanos» también eligieron esta forma. Las eutanasias en pareja fueron noticia en Países Bajos el año pasado, después de que el exprimer ministro neerlandés Dries van Agt y su mujer, ambos de 93 años, eligieran poner fin a su vida al mismo tiempo.
Bélgica fue en 2024 el escenario de casi 4.000 eutanasias. Así se desveló la semana pasada, unos días antes de que se hiciera público el dato neerlandés. Esto supone un incremento de casi el 17 % respecto al año anterior según la Comisión Federal de Control Evaluación sobre la Eutanasia (FCEE). En los últimos años este dato se ha más que duplicado. Las muertes provocadas a petición del fallecido son un 3,6 % del total de decesos. Se da la curiosidad de que el 76 % de las muertes corresponde a ciudadanos de habla flamenca.
Un 82 % de los pacientes alegó tanto sufrimiento físico como psicológico. Un 16 % solamente físico y un 1,9 % murió solo a causa de sufrimiento psicológico. Un 26,8 % de las peticiones se atribuyen a una «polipatología», término que engloba diversas dolencias crónicas e incurables por edad o discapacidad pero que no implican que la muerte esté próxima.
Entre estas muertes se encuentran también algunas de ciudadanos extranjeros. Por ejemplo, la francesa Lydie Imhoff murió el 1 de febrero de 2024 en este país después de ser autorizada a viajar desde Besançon, en la nación vecina. Tenía 43 años y sufría de hemiplegia y ceguera de nacimiento.