Francisco, sobre abusos a menores: «Si fuera uno solo, ya sería escandaloso»
Francisco ha pedido a CEPROME Latinoamérica, un equipo de profesionales contra los abusos infantiles, que denuncien la pornografía infantil porque «esos niños que son filmados son víctimas sofisticadas de esta sociedad de consumo»
«Cómo cambiaría el mundo si nos convenciéramos interiormente de que cada uno de los pequeños que encontramos son reflejo del rostro de Dios», ha dicho el Papa a la delegación del Centro de Investigación y Formación Interdisciplinar para la Protección del Menor (CEPROME Latinoamérica) que lo ha visitado en el Palacio Apostólico en la mañana de este lunes.
Francisco ha felicitado a este equipo de profesionales de distintas disciplinas por «trabajar y aplicar métodos cada vez más adecuados para erradicar la lacra de los abusos, tanto en la Iglesia como en el mundo». Y ha añadido que, en cuanto a los abusos a menores, «si fuera uno solo, ya sería escandaloso».
«Creo poder decir que la Iglesia avanzó bastante en este camino, y no lo dejará de hacer, y eso gracias a pastores profetas», ha dicho el Papa. En concreto ha elogiado al arzobispo de Boston, Seán Patrick O’Malley, a quien ha definido como «un cardenal que fue capaz de agarrar una patata caliente». Francisco le ha felicitado por, en vez de «cuidar el dinero, hacerlo más bien con la gente y con los chicos heridos». «Y por eso le quiero agradecer públicamente, eminencia, esto que usted ha hecho», le ha reconocido el Papa.
Francisco ha subrayado la necesidad de que el trabajo para la prevención del abuso a menores «sea significativo para la sociedad, de modo que los pasos y las conquistas de la Iglesia en este camino puedan ser un acicate para que otras instituciones promuevan esta cultura del cuidado».
«Criminalidad a través del teléfono»
El Papa ha invitado a los miembros de CEPROME Latinoamérica a pedir «con la confianza que santa Teresita del Niño Jesús nos enseña en estos días previos a su fiesta por los pecadores más infelices y desesperados, por su conversión, para que puedan ver en el otro los ojos de Jesús que les interpelan».
Finalmente ha señalado la lacra que supone la pornografía infantil. «Es criminalidad puesta al servicio de cada uno a través de sus telefonitos». Y ha solicitado a sus visitantes que «hablemos de esto también porque esos niños que son filmados son víctimas sofisticadas de esta sociedad de consumo».