Un nuevo curso para seguir al Señor - Alfa y Omega

Un nuevo curso para seguir al Señor

Alfa y Omega

A pesar de haber dejado atrás las mayores dificultades de la pandemia, comienza un curso marcado de nuevo por la incertidumbre económica y la inestabilidad, con la inflación desbocada y una profunda crisis energética muy vinculada a la invasión rusa de Ucrania, que se suma a otros conflictos abiertos en el mundo. En este contexto de sacrificios y ajustes que tocan especialmente a la población más vulnerable, en España el Gobierno continúa con su ofensiva legislativa —con leyes como la reforma del aborto— y todos los partidos están inmersos ya en la precampaña de las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2023, antesala de las generales de noviembre. Tristemente, en un tiempo en el que unos y otros deberían pensar en el bien común, parecen prevalecer los intereses partidistas y los cálculos electorales.

En contraste, de forma muy clara en este momento de dificultad, el Señor pide a los cristianos «ser fermento de un reino de justicia, de amor, de paz», en palabras del Papa Francisco el pasado lunes en su encuentro con una delegación de Cáritas Española. Se trata —aseveró— de ser «nosotros los que demos de comer a su pueblo ese pan partido que es Él mismo», conscientes de que quien quiere ser «grande» ha de ser «servidor de todos».

Cualquiera, también un creyente, puede caer en la tentación de buscar únicamente la satisfacción de las propias necesidades, obsesionarse con el control o con «ocupar espacios y obtener privilegios», como también señaló el Pontífice en la beatificación de Juan Pablo I el día anterior. Pero seguir a Jesús es otra cosa: hay que mirar al Crucificado, descubrir cómo ama «hasta el extremo, sin medidas y sin límites», y así «amarlo a Él y a los demás». «Si por miedo a perdernos, renunciamos a darnos», advirtió, al final «acabamos por vivir a medias». Y eso es algo que un cristiano no puede permitirse. Ni ahora ni nunca.

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