Un mosaico de cristianos en Roma, durante la beatificación de 498 mártires españoles. Oración, alegría y respeto en el Vaticano, el 28 de octubre

Desde varias horas antes del comienzo de la beatificación, ríos de personas cruzaban los arcos que delimitan la plaza de San Pedro del Vaticano. Un goteo constante que no terminó hasta el final del ángelus rezado por el Papa a la hora habitual. No era ésta una Jornada Mundial de la Juventud. Los gritos y los vítores no interrumpieron la ceremonia, como sucede tantas otras veces. En este caso había alegría, pero también había contemplación, respeto y emoción en un momento histórico del que los presentes querían ser testigos. Jóvenes, sí, pero también muchos ancianos, para los que la distancia, el avión o el cansancio no supusieron un inconveniente

Redacción 1 de Noviembre de 2007

Álvaro Bejarano y Carlota Martínez

Hemos venido a la beatificación de los mártires porque queremos que se vea que hay gente cristiana en España que los apoya y está a su lado. Tenemos una fe muy viva y muchas ganas de vivirla a tope. Simplemente somos jóvenes que apoyamos a la Iglesia y a España.

Hermanos maristas John Ching y John Tang

Pertenecemos a la congregación de los maristas y venimos exclusivamente de Malasia para esta beatificación. Creemos que es una ocasión muy especial para nosotros, y estamos muy felices de representar a los hermanos maristas de nuestra Provincia. También han venido hermanos de otros países, como Estados Unidos, Venezuela, México…

Jorge López Teulón, sacerdote y postulador

La gente está muy emocionada y estos días están siendo llevados por todos nosotros con mucha ilusión y esperanza de vivirlo con santidad. Hemos venido 1.500 personas de toda Castilla la Mancha, especialmente de Talavera, de donde procede el grupo más grande.

Jorge Rodríguez, sobrino de mártir

Soy sobrino de Justino Alarcón de Vera, sacerdote diocesano de Fuensalida, y era canónigo de la catedral de Toledo, donde le martirizaron. Era un hombre especialmente bondadoso, y fue el único sacerdote que murió con sotana. Para nosotros este acto ha supuesto mucho, es como tener un enchufe en el cielo.

Monseñor Javier Martínez, arzobispo de Granada

Creo que para cualquier cristiano con sentido eclesial, esta beatificación es un regalo inmenso, y la vida de cada una de estas personas es para todos un testimonio y una invitación, todo un regalo, no sólo para su diócesis o su Congregación, sino para el mundo entero.

Hermanas Beatriz, Conchi y Ana, siervas del Hogar de la Madre

Hemos venido porque no se podía no venir ante el testimonio de los mártires españoles. Son un ejemplo de cómo tenemos que vivir nuestra vida cristiana. Estamos muy contentas por este ambiente de alegría.

Beatriz, Claudia, Alejandra…, jóvenes con los mártires

Nos animamos a venir a la beatificación con un grupo organizado por los Legionarios de Cristo. Creemos que se trata de una cita muy importante y querríamos que esto aumentara nuestra fe. Los mártires dieron su vida por Cristo, eso no lo hace cualquiera.

Conquenses en peregrinación

Venimos desde Cuenca hasta Roma porque tenemos a nuestro obispo y a su secretario entre los 498 mártires. También tenemos a varios sacerdotes. Creíamos que era importantísimo venir, por amor a la Iglesia y a dar testimonio de nuestros mártires.

Hermanas Rosa María y Laura Rosa, Guadalupanas de La Salle

Pertenecemos a la Congregación de las Escuelas Cristianas. Hemos venido porque han beatificado a 58 hermanos. Creemos que es una cita muy importante.

Hermano Guillermo Guerra, compañero de mártires

Viví con los mártires de Uclés. Tenía en aquel entonces dieciséis años. Me libré de milagro por ser tan joven, pero aun así, me tiré ocho días en la cárcel a pan y agua. Esta beatificación ha sido una cosa extraordinaria, no sólo para nuestra Congregación de padres agustinos, sino para toda España, porque es un signo de fe del pueblo español y de amor a España.

Fray Juan Antonio Llorente, franciscano

He venido a Roma, desde Alcázar de San Juan, a asistir a las beatificaciones porque, entre los 498 mártires, se encuentran 22 franciscanos de Castilla. Este hecho nos hace sentirnos muy felices.

Juan Díaz, sacerdote

El 28 de octubre del año 1957 mis padres contrajeron matrimonio, y este 28 de octubre celebran el 50 aniversario de su matrimonio. Las queremos celebrar aquí en Roma, porque además beatifican al párroco de mi pueblo, el primero de todos los mártires de Toledo. Mis padres eran niños entonces, y sólo recuerdan que se decía que habían matado al cura.