En una cadena generalista, con nítido ideario católico, la tensión en el hacer sobre las cuestiones seculares va a estar siempre presente y, en ocasiones, nos va a generar algún que otro dolor de cabeza, porque no siempre sabremos estar a la altura exigida. TRECE, que vive este constante desafío, cuenta en su parrilla de programación también con programas en los que, al menos a priori, no existe ese debate.
Uno de ellos es Un lugar en la tierra. Cada viernes, en un horario estupendo (las 21:30 horas), el sacerdote Fidel Gómez Leal se echa la mochila televisiva al hombro y nos ofrece un lugar en la tierra; un lugar muy nuestro, porque de una forma muy divulgativa nos lleva de viaje a las diócesis españolas para conocer su espléndido patrimonio artístico y, muy especialmente, las piedras vivas que lo sostienen.
Un lugar en la tierra es un espacio que sigue la estela de los programas de viajes, que está muy bien hecho y muy bien contado, que bebe en forma y contenido de esos Españoles por el mundo que tanto éxito han tenido, y que bien podría estar también en el prime time de cualquier otra cadena. Bien está de cualquier manera que, gracias a Dios, podamos encontrarlo en el oasis de TRECE y disfrutarlo como se merece.
Con unas imágenes muy cuidadas, un guion que se va enhebrando sobre la voz en off del conductor, una música que acompaña estupendamente y unos testimonios muy bien elegidos, el viaje es una maravilla. No se lo pierdan. Y si ya se lo han perdido, pueden recuperarlo y verlo en la web de TRECE. Allí están, entre otras diócesis que son un auténtico pedazo de cielo en la tierra, lugares como Sevilla, Cartagena, Zamora, Valladolid, Navarra, Valencia, Málaga, Toledo o Santiago de Compostela, que siempre es un lugar ideal para recordarnos aquello del homo viator y para concluir un viaje como este, que siempre tiene un reconocible y delicioso aroma de peregrinación.