Un hombre abre fuego en la Misa de una escuela de Mineápolis
De momento hay al menos dos niños fallecidos. El Papa ha enviado un telegrama al arzobispo de la diócesis para mostrar su «apoyo espiritual» y este ha asegurado tener «el corazón roto»
El suceso ha tenido lugar este miércoles cuando un hombre ha disparado contra los fieles que se encontraban participando de una Eucaristía en la iglesia de la escuela católica Annunciation, en Mineápolis (Estados Unidos), con motivo de la primera semana del curso escolar.
Entre las víctimas mortales que ha confirmado la policía local se encuentran dos niños de ocho y diez años, junto a otros 17 heridos, 14 de ellas niños. Además, otros dos jóvenes se encuentran en estado crítico.
«Durante la homilía, un hombre armado se acercó por el exterior del edificio y comenzó a disparar con un rifle a través de las ventanas de la iglesia hacia los niños que estaban sentados en los bancos», ha relatado en una rueda de prensa el jefe de la policía de Mineápolis, Brian O’Hara.
Después, el tirador, de alrededor de 20 años y sin antecedentes, se quitó la vida. Según O’Hara, «ha sido un acto deliberado de violencia contra niños inocentes y otras personas que rezaban», a la vez que las autoridades han calificado el suceso como «incomprensible».
Telegrama del Papa
Al poco de conocerse la noticia, el Santo Padre ha enviado un telegrama al arzobispo de la diócesis manifestando su cercanía y «envía el más sincero pésame, así como la seguridad de su apoyo espiritual a todos los afectados por esta terrible tragedia, especialmente a las familias que ahora lloran la pérdida de un hijo».
La nota, firmada por el secretario de Estado, Pietro Parolin, también «encomienda las almas de los niños fallecidos al amor de Dios». Asimismo, asegura que «su Santidad reza por los heridos, el personal médico y el clero» que atiende a las víctimas.
Por su parte, el vicepresidente de la Conferencia Episcopal Estadounidense, William E. Lori, ha reflejado su «profunda tristeza» ante el trágico suceso. «Siempre que una parte del cuerpo de Cristo es herida, sentimos el dolor como si fuera el de nuestros propios hijos», ha expresado a través de la red social X.
El arzobispo de Nueva York, Timothy Michael Dolan, también se ha hecho eco a través de sus redes sociales, en las que ha recordado que «las iglesias y escuela católicas siempre deberían ser santuarios de paz». «Nos unimos en solidaridad compasiva a las innumerables familias afectadas por un dolor inimaginable causado por la violencia armada, que se ha vuelto demasiado común», ha sentenciado.
Ante todas estas muestras de cariño recibidas, el arzobispo de San Pablo y Mineápolis, Bernard Hebda, ha enviado un mensaje de agradecimiento. En él, pide la oración de todos los fieles y sacerdotes de la archidiócesis, «para que la sanación de Dios se derrame especialmente sobre las familias afectadas que apenas ahora comienzan a comprender el trauma sufrido».
«Se me rompe el corazón al pensar en los estudiantes, profesores, clérigos y feligreses y el horror que presenciaron en una iglesia, donde deberíamos sentirnos seguros», ha expresado. «Necesitamos el fin de la violencia armada. Nuestra comunidad está indignada por estos horribles actos de violencia perpetrados contra personas vulnerables e inocentes».