Tres segundos: cinco relatos con el hilo de un portero y la radio

Con el hilo de un portero que narra y del telón de fondo de la radio, esta obra de teatro hila cinco relatos diferentes, contados tal y como antaño se hacía el teatro radiado: voz, micrófono, atril y luz roja.

Seis actores —Isabel Prinz, Fanny Gautier, Mentxu Romero, Juan Caballero, Josi Cortés y Miguel Ángel Calvo— dan vida a los personajes y lo hacen muy bien, con poco, como era el teatro radiado, divertidos los que lo tienen que ser, dramáticos en su caso, los seis verdaderamente fantásticos, con cinco textos contundentes y redondos.

El Síndrome Spears, de Carles Harrillo, es la historia de una mujer joven, que va a su psicóloga y habla, habla y habla. ¿Su problema? No acabar de encontrar al hombre adecuado. Todo dicho con gracia y las quejas ya habituales de alguien cuyo reloj biológico se oye cada vez más alto. La biografía, de Emilio Williams, es un relato de corte dramático. Un investigador busca datos de un autor ya fallecido y entrevista a la mujer con la que vivió sus últimos diez años. Ella vive en una casa minimalista, tiene un gato que se llama Delawere y una historia que se acaba desvelando. 696 es una ficción futurista escrita por Carlos Be, el único texto interpretado por actriz y actor en diálogo, poniendo de nuevo el humor en el escenario con guiños diversos a la actualidad política. Remitec, de Jesús Ortega, cuenta la historia de un ingeniero «internacional» —no uno cualquiera— y ese mundo de roces, envidias y mezquindades de algunos entornos laborales con un desenlace inesperado. Por último, Un cuento de hadas, de Juan Carlos Rubio, es la historia de una vida perfecta de un ama de casa con todo solucionado y ordenado, que se busca otra actividad paralela bastante chocante.

El conjunto resulta un atractivo caleidoscopio de teatro, por así decirlo, muy concentrado, de mucha vida y fuerza en un sobrio espacio con sencillez de recursos y con todos los actores notables: desde el ímpetu y la gracia de Josi Cortés, hasta el manejo de la tensión dramática (esas tazas que se rompen, ese gato que se escapa) de Fanny Gautier, pasando por la surrealista conversación entre y propietaria e inquilino de Mentxu Romero y Juan Caballero, estupendamente encajados ambos, y la casta de Miguel Ángel Calvo, de inicialmente tímido a arrojado, de pobrecito a acabar dándote auténtico miedo (¿y si resulta que “ese” puede ser tu compañero de despacho?), para terminar con Isabel Prinz, también con una doble y sorprendente cara.

Da mucha alegría ver que con tan poco se puede contar tanto. Teatro en definitiva para un público amplio que solo quiere eso que parece a veces tan complicado: que le cuenten una buena historia bien contada.

Tres segundos

★★★☆☆

Teatro:

Sala Triángulo

Dirección:

Calle Zurita, 20

Metro:

Lavapiés

OBRA FINALIZADA