Tres obispos y el resultado de hacer cosas juntos - Alfa y Omega

Tres obispos y el resultado de hacer cosas juntos

El cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, y los obispos Ginés García, de Getafe, y Antonio Prieto, de Alcalá de Henares, presentaron juntos la Memoria de Actividades 2024 de la provincia eclesiástica

Rodrigo Moreno Quicios
Antonio Prieto, José Cobo y Ginés García presentaron juntos la obra combinada de sus tres diócesis.
Antonio Prieto, José Cobo y Ginés García presentaron juntos la obra combinada de sus tres diócesis. Foto: Iván Jacques.

Es la primera vez que sucede. Madrid, Getafe y Alcalá de Henares —las tres diócesis que conforman la provincia eclesiástica de Madrid— presentaron el pasado lunes de manera conjunta la Memoria de Actividades del año pasado. Un 2024 en el que sus sacerdotes bautizaron a 21.195 nuevos cristianos y atendieron con la ayuda de técnicos y voluntarios a 254.624 personas en los centros asistenciales que dependen directamente de estas tres jurisdicciones. Todo esto sin sumar la aportación de otras iniciativas de inspiración católica.

«Solo nos separan carreteras», reivindicó el arzobispo de Madrid, el cardenal José Cobo, en la presentación de este informe en la Fundación Pablo VI. Un comentario del purpurado muy al hilo de la abrumadora cantidad de vecinos que viven en una diócesis pero trabajan en otra; empezando por el propio conductor de la presentación, el periodista Álvaro de Juana, que comentó al dar comienzo que es responsable de comunicación de la Iglesia de Getafe pero reside en Madrid.

Datos
  • 2.000 sacerdotes hay en total en la provincia eclesiástica de Madrid.
  • 690 parroquias sirven como lugar de culto y comunidad. 469 pertenecen a la archidiócesis.
  • 194 mil alumnos tienen los centros católicos concertados.
  • 256 mil personas vulnerables acuden a recursos de la provincia eclesiástica para mitigar su situación.
  • 615 misioneros de aquí anuncian el Evangelio por todo el mundo.

Pasándose la palabra y abordando cada uno diferentes áreas, los tres obispos presentaron una vista panorámica de una región que alberga a 7,1 millones de personas. «Nos llevamos bien y estamos aprendiendo a trabajar juntos», bromeó el cardenal Cobo. No en vano, los tres territorios celebraron hace tan solo dos meses el Jubileo Interdiocesano de Adolescentes y Jóvenes —más conocido como el WOW— y el año pasado firmaron juntos la petición de «un plan integral y coordinado» de acogida a migrantes. «Queremos seguir trabajando en esta línea, ver el impacto global y armonizar lo que sucede en la Comunidad de Madrid», recalcó el arzobispo de Madrid.

Como realidad particular, José Cobo reveló que, entre los 14.528 bautizados exclusivamente en la archidiócesis en 2024, hubo «360 adultos que han solicitado la iniciación cristiana». «Es un número que va creciendo en los últimos años», celebró, motivo por el cual el catecumenado de adultos es prioritario en la capital. Además, debido a la construcción de nuevos barrios, adelantó que «necesitaremos doce nuevos templos en los próximos ocho años», dado que «somos la única región de Europa que está creciendo en parroquias».

De Juana, como tantos vecinos de la Comunidad de Madrid, trabaja en una diócesis pero vive en otra.
De Juana, como tantos vecinos de la Comunidad de Madrid, trabaja en una diócesis pero vive en otra. Foto: Iván Jacques.

Getafe necesitará iglesias

Más templos aún harán falta en la diócesis de Getafe, que crece a toda velocidad debido a la llegada de migrantes y madrileños que no pueden permitirse vivir en la gran ciudad. Solamente en Valdemoro, que tiene solo 90.000 habitantes — y alberga una de «las joyas» de la obra social de la diócesis, la Escuela Comarcal Arzobispo Morcillo— «en seis años se esperan 30.000 habitantes más», detalló su obispo. O en Brunete, que tiene 12.000 vecinos, «se tiene la previsión de que en 15 años sean 62.000». Todo esto empujará a «construir templos y complejos parroquiales, que no es fácil económicamente». Como tampoco lo será dotar los pueblos de hospitales y atajar la exclusión que pueda surgir.

Antes de la llegada de estos desafíos, García Beltrán destacó que «en nuestra diócesis más de 100 parroquias tienen Cáritas». No solo «funcionan muy bien» sino que posibilitan una cadena de solidaridad por la que, como comprueba en sus visitas, «muchos de los voluntarios antes han venido a pedir». «Nuestras Cáritas son un tesoro porque llegan realmente a la pobreza», reivindicó. Y trabajan en red con «nuestros centros de orientación familiar, que luchan a favor de la vida y apoyan a las madres para que puedan vivir dignamente»; y con «las residencias de ancianos que dependen de la Iglesia y acompañan con carácter humano en los últimos momentos».

El prelado reivindicó que esta labor social de la Iglesia no es por mera «filantropía», sino que hunde sus raíces en el Evangelio. El mismo que adelanta que «a los pobres siempre los tendréis con vosotros» y advierte de que «el que dice que ama a Dios pero no ama a su hermano, es un mentiroso». «Una Iglesia que tiene cerca a los pobres es una Iglesia creíble», remachó García Beltrán.

Ejemplares físicos a todo color de la Memoria de Actividades.
Ejemplares físicos a todo color de la Memoria de Actividades. Foto: Archiamdrid.

La despoblación genera soledad

Antonio Prieto, obispo de Alcalá de Henares, destacó que en su diócesis, de 850.000 habitantes y 53 municipios, «el 70 % está en seis y doce de ellos tienen menos de 1.000 habitantes». Por lo que, «aunque a veces pensamos que en Madrid predomina lo urbano, hay zonas rurales a las que tratamos de llegar». Prueba clara es Brea de Tajo, de 580 habitantes, donde la Iglesia tiene un proyecto de acompañamiento a 140 ancianos solos. Otra de sus grandes iniciativas es Corazón de Barrio, que funciona en la ciudad de Alcalá y «consiste en invitar a personas mayores a la parroquia para tomar café o darles conferencias». «Es algo muy necesario para que ese anuncio del Evangelio, que se convierte en celebración, también se convierta en vivencia compartida», concluyó.