Toledo se vuelca con sus monjas - Alfa y Omega

Toledo se vuelca con sus monjas

La diócesis habilita un fondo de ayuda para las contemplativas, cuyas economías «están especialmente castigadas por la pandemia»

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Francisco Cerro con las agustinas. Foto: Arzobispado de Toledo

Francisco Cerro ha creado en Toledo un fondo de ayuda destinado a los 35 monasterios contemplativos de la diócesis, pues sus economías «está siendo especialmente castigadas durante esta pandemia» y también tras los daños «que ha ocasionado el temporal Filomena», afirma el vicario para la Vida Consagrada, Raúl Muelas.

El fondo, presentado durante la pasada Jornada Mundial de la Vida Consagrada, consiste en una cuenta abierta para quien quiera ayudar a las monjas de clausura –tan solo uno de los monasterios es de monjes– en urgencias que puedan presentar en momentos concretos. «Sus necesidades más básicas están cubiertas», afirma el vicario, pero los acontecimientos de los últimos meses están haciendo, por ejemplo, «que encuentren difícil dar salida a sus productos», lo que merma sus ingresos.

Por eso, el fondo dará cobertura «de manera rápida y ligera» a reparaciones de averías ocasionadas por el último temporal o peticiones concretas para cubrir gastos de alimentación, calefacción o suministros energéticos. Serán «ayudas puntuales y de carácter urgente», en las que la diócesis espera que se implique toda la comunidad diocesana, tanto los fieles de a pie como instituciones, empresas, parroquias, cofradías o hermandades.

De la mano de los laicos

Junto a esta iniciativa, el Arzobispado de Toledo ha creado también la asociación privada de fieles Amigos de los conventos, con el objetivo de agrupar a todos aquellos que quieran ayudar al mantenimiento y difusión de la vida contemplativa en su entorno.

«Hay conventos con seglares alrededor que ya los ayudan, y queremos coordinarlos, no que unos conventos tengan muchas ayudas y otros no», afirma Raúl Muelas. Así, esta asociación, abierta a cualquier laico, tendrá como objetivos promover la espiritualidad particular de cada convento; promocionar visitas culturales y rutas monásticas, y ayudar a las monjas en la gestión de sus productos, sobre todo en los nuevos modos de venta (por ejemplo, tienda online) y promoción. Nada más abrirse la iniciativa se apuntaron más de 20 personas y el ritmo de solicitudes sigue aumentando.

Además, la diócesis de Toledo ha dado un nuevo impulso al proyecto Con un solo corazón, por el que parroquias y otras realidades eclesiales como cofradías, asociaciones, colegios, movimientos de apostolado o familias eligen un monasterio y se hermanan con él. «Esto sirve de mutuo enriquecimiento para todos», señala el vicario para la Vida Consagrada. «Los seglares pueden rezar por las vocaciones y visitar a las hermanas para ayudarlas. Y parroquias y familias pueden tener un monasterio cuyas monjas arranquen del cielo abundantes frutos espirituales para ellos».

Para Muelas, todas estas iniciativas suponen una toma de responsabilidad de la diócesis ante las necesidades de la vida consagrada, «una respuesta institucional a una realidad muy valiosa que tenemos en Toledo». «Son herramientas sencillas en apoyo a un tesoro que tenemos que custodiar y valorar, porque ellas nos sostienen también a nosotros con su entrega y oración», concluye.