The Polyglots, do you want pasártelo very bien? - Alfa y Omega

Si usted es de la generación del Jelou Dolly, mai neim is Paco, jauar yu?; si ha caído ya en la tentación de aprender inglés en una semana, con uno de esos métodos estilo crecepelo, todo rápido, fácil y sin esfuerzo, hace bien en procurar a su hijo un digno porvenir y sentar las bases para que el día de mañana sea un hombre de provecho, un hombre hecho y derecho, que tenga mucho ritmo y que cante en inglés, o que al menos sea un simpático protagonista de Españoles por el mundo.

The Polyglots no promete el don de lenguas. Por eso no defrauda. No les aseguran, ni a pequeños ni a mayores, que vayan a aprender inglés con mil palabras, pero al menos les van a entretener durante un buen rato. A ritmo de spanglish, The Polyglots en el templo de las lost letras se suben al escenario del Teatro Galileo para presentar un musical sencillo (sin orquesta), en el que los actores se echan a la espalda una obra que, ya de partida, está muy por encima de las ambiciones que suelen presentar este tipo de proyectos para los más pequeños. Apunta alto y, en ocasiones, no llega, pero hay que alabarles la intención y el más que digno cesto que nos ofrecen con los mimbres de que disponen.

The Polyglots son en este caso cinco actores-cantantes que en clave de comedia musical quieren ayudar a los niños a practicar el inglés always with a song. Especialmente pegadizos son el tema principal, toda una declaración de intenciones we want to help you practise english, y una versión rumbera del move your body en la que dos esqueletos con acento andaluz mezclan el ozú y el mare mía con los eyes, los feet y el neck.

A los niños les encantan los personajes de carne y hueso, como el simpático y tontorrón Moré (por el que, en materia de idiomas, han pasado la LOGSE y la EGB juntas). No sabe inglis y es capaz de cepillarse los dientes con body cream porque no entiende lo que pone en el tubo. Y a los niños les gustan también los personajes de dibujos animados, que aparecen en una pantalla, perfectamente integrados en la obra. El despliegue escénico culmina con un pingüino y un hurón, que sostienen en forma de grandes marionetas de mano dos actores que cantan, bailan y hacen lo que haga falta para llenar el escenario.

Lástima que tal catarata de estímulos audiovisuales no se asiente sobre un guión más consistente y que los actores se deslicen en ocasiones por la resbaladiza pendiente del histrionismo. Son dos males endémicos del entretenimiento infantil: faltan historias y sobran excesos. Cuando hay un personaje sobreactuado, suele llevarse los focos y los aplausos finales; cuando todos los personajes están sobreactuados, el efecto es similar al que produce un colacao saturado de cucharadas de azúcar.

Los más pequeños, hasta 3-4 años, no se van a enterar mucho, y a partir de 8-9 van a estar fuera de juego, pero en esa franja que queda en medio el espectáculo está garantizado. Lo de menos es si los Polyglots pierden o encuentran letras por el camino del templo, para niños entre 5-7 años la aventura es una apuesta segura. Repasarán los números, los días de la semana, las partes del cuerpo, los animales de la selva y harán el indio. Todo con pequeñas dosis de un inglés muy CORRECTO para hacer honor al nombre del hurón con bombín, impagable personaje que parece sacado de un viaje de Willy Fog.

Siéntase políglota por un rato y lleve a sus hijos a ver los Polyglots. Sin obsesiones. Recuerde que, sobre todo, los lleva a ver teatro. Porque si su intención es que aprendan inglés en setenta minutos, va a terminar por incordiarles a ellos y a los espectadores de al lado.

The Polyglots en el templo de las lost letras

★★★☆☆

Teatro:

Teatro Galileo

Dirección:

Calle Galileo, 39

Metro:

Quevedo, Moncloa, Argüelles

OBRA FINALIZADA