Te cambio una Macarena
La propuesta acerca generaciones y ayuda a dar a conocer y valorar nuestro patrimonio religioso
Sí, es lo que parece aunque resulte extravagante. Intercambian cromos, pero no de futbolistas, sino de imágenes de la Semana Santa sevillana. Estampas de cada hermandad. En una reciente quedada en la plaza Ponce de León de la capital andaluza sorprendía la naturalidad de afirmaciones como estas: «¡Cambio el Cristo de la Caridad por la Macarena!». O «¿Quién tiene el Cristo de la Expiración? Regalo la Esperanza de Triana, que la tengo repetida». El encuentro congregó a cientos de personas que se entregaron a una afición casi en desuso. El coleccionismo de cromos. Y, más raro aún, en versión de estampas religiosas. Un nuevo hobby que se practica también en la sede de numerosas hermandades.
El sevillano Juan Carlos Ramos y Javier Ayala, gaditano, han desarrollado esta exitosa idea: cartas gráficas de gran calidad para un álbum que dedica una página a cada hermandad. La colección se compone de 540 estampas y otras 18 doradas con los pasos que saldrán en el Santo Entierro Grande.
En tan solo unas semanas circulan 18.000 álbumes y siete millones de cromos de todas las hermandades de la Pasión. Los propios socios de la firma Pepe Pinreles, que han desarrollado estas Holy Cards, no esperaban un grado de aceptación tan rápido. La sencillez es bien recibida para interiorizar lo trascendental. Y la Semana Mayor hispalense lo es.
El cardenal vallisoletano Carlos Amigo decía que «los sevillanos tienen una imaginación desbordante», y que, «fuera de Sevilla, no debe de ser fácil comprender lo importante que es poder hacer una estación de penitencia». El fraile franciscano reconocía que después de tantos años viviendo la Semana Santa de Sevilla había llegado a la conclusión de que «es mucho más íntima y profunda que aquello que una visión superficial puede pensar».
Seguramente revelaba una de las claves para que, en un mundo tan digital como secularizado, funcione algo tan palpable como una estampa inspirada en la Semana Santa y coleccionada con esfuerzo.
La iniciativa representa mucho más que un simple entretenimiento; cumple una misión didáctica. Contribuye a ahondar en el conocimiento de cada imagen, de cada corporación; su historia, motivación, sacrificios y obras solidarias. Cada cromo incorpora un código QR que, al escanearlo, descubre detalles informativos sobre la talla y la hermandad. La propuesta acerca generaciones y favorece el hermanamiento, además de ayudar a dar a conocer y valorar nuestro patrimonio religioso.
La belleza y la riqueza de la Semana Santa de Sevilla expresa la idiosincrasia espiritual de un pueblo, su forma de ser y de alabar. Como refiere el Papa Francisco en Evangelii gaudium: «Cada pueblo, con las expresiones más propias, enriquece la fe recibida». Un clamor popular que las hermandades y cofradías tratan de que responda a una fe auténtica. Su compromiso de promover el culto público cumple un papel esencial para que la religión no se encierre en las sacristías, pero también poseen la responsabilidad de que no se quede en una expresión vacía.Las hermandades constituyen una manifestación importante en la vida de la Iglesia. Además de su cometido en la conservación del patrimonio histórico religioso, prestan una misión activa interna, de formación, catequética y pastoral. Y un compromiso social dinámico y proactivo ante la pobreza, la marginación o la insensibilidad. La responsabilidad de las hermandades y cofradías es enorme por el testimonio ético que deben ofrecer, personal y corporativo, en un mundo, además, susceptible de que todo se comercialice. No es fácil mantener el equilibrio entre su labor de proteger la expresión popular de la fe y tratar de no trivializar el gran mensaje del Evangelio.
Acabamos de entrar en el tiempo preparatorio de la Semana de Pasión; la sencillez de iniciativas de este tipo pueden colaborar en una celebración más auténtica, de compromiso y convivencia. Y Sevilla es ejemplo de ciudad abierta que sabe conservar sus tradiciones, también con Holy Cards.