«Sólo hay amor con sacrificio» - Alfa y Omega

«Sólo hay amor con sacrificio»

Tres matrimonios de la asociación Familias para la Acogida convivirán en la misma Casa Nuestra Señora de la Almudena con sus hijos, niños tutelados, adolescentes y con madres solas con sus hijos. El cardenal Rouco, arzobispo de Madrid, ha inaugurado este espacio, construido en terrenos cedidos por el Arzobispado. La Casa cuenta con tres viviendas de acogida familiar, un centro materno-infantil y un centro de apoyo infantil y juvenil

José Calderero de Aldecoa
El señor cardenal arzobispo de Madrid en el acto de inauguración de la Casa de la Almudena (a su izquierda, don José Ramón de la Serna uno de los padres acogedores).

El pasado viernes, 22 de junio, se inauguró, en el barrio de Las Rosas, de Madrid, la Casa de acogida Nuestra Señora de la Almudena, en la que tres familias compartirán techo y vocación especial por el acogimiento, en una iniciativa pionera en España. El cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid, dio las gracias a estas familias y a quienes les han ayudado a hacer realidad el proyecto. Para hacer realidad la Casa de la Almudena —dijo el señor cardenal—, han puesto «amor en ello, pero un amor de verdad, un amor sacrificado. Un amor sin cruz no es amor —añadió—; sólo hay amor con sacrificio, y ese amor es muy eficaz. No hay cosa más eficaz que el amor mortificado. Ésta es la gran verdad del hombre y la gran verdad de esta casa… Entre ese amor crucificado y la gloria hay una estrechísima e intrínseca relación», subrayó el cardenal. «Al tratar de ayudar a otros de esta manera tan generosa, tan acogedora, tan abierta y tan sacrificada, estáis convirtiendo la experiencia de lo biológico en la experiencia del dar, en la experiencia de la construcción de la Iglesia en la familia y en la Humanidad».

Al finalizar el acto, el cardenal Rouco presidió la colocación de la primera piedra de la casa, que fue bendecida por Benedicto XVI durante la pasada Jornada Mundial de la Juventud Madrid 2011.

El que genera un pueblo

En el acto de presentación de la casa, también habló doña Teresa Díaz, esposa de don Juan Orellana, uno de los matrimonios acogedores, que dio las gracias a todos los que, de una forma u otra, han colaborado, y de forma muy especial, «a nuestros hijos por asumir con nosotros este desafío, pues son ellos los principales acogedores, son ellos los que comparten cuarto, padres y todo» con los chavales en acogida. También aclaró: «No estamos aquí por generosidad o altruismo, sino por agradecimiento, agradecimiento por todo lo que hemos recibido». Y remitió al verdadero artífice, Dios Nuestro Señor, pues es «Él quien empezó esto y nos ayudará día a día, y nos seguirá sosteniendo si estamos disponibles».

Son tres familias, pero detrás hay y habrá mucha más gente. De esta iniciativa, saldrá beneficiada la sociedad entera, asegura don Marco Mazzi, presidente de la asociación Famiglie per l’Accoglienza, la asociación que comenzó en Italia esta hermosa experiencia, pues, «en torno a las familias que han decidido abrir una casa de acogida, empieza a moverse un pueblo: hay quien ayuda a preparar la comida, a cuidar el jardín, quien crea una asociación de amigos para encontrar fondos para estas familias, quien va a ayudar a los niños a hacer los deberes, o a quedarse con ellos para que los matrimonios que han acogido puedan ir un día al cine… En torno al de unos pocos, se genera el de muchas personas, y la sociedad renace».

Tres realidades acogedoras

La Casa de acogida Nuestra Señora de la Almudena consta de tres realidades dentro de un mismo recinto. En primer lugar, cuenta con tres viviendas de acogida familiar, que permitirán a Belén Cabello y Juan Ramón de la Serna, Estrella Ferrón y Eduardo García Serrano, y Teresa Díaz y Juan Orellana acoger en su propia familia a niños tutelados, que viven en centros de menores, especialmente para los casos de acogimiento temporal, niños con dificultades y grupos de hermanos. La Casa de la Almudena también cuenta con una casa materno-infantil, que acogerá a jóvenes embarazadas y madres solteras con hijos y en riesgo de exclusión social, que serán acompañados en un ambiente familiar hasta que su situación personal se estabilice y sea sostenible. Por último, el centro de apoyo infantil y juvenil desarrollará programas de apoyo escolar, formación profesional, ocio y tiempo libre.