Sínodo: Pasión por la Palabra del Señor, pasión por la oveja perdida - Alfa y Omega

Sínodo: Pasión por la Palabra del Señor, pasión por la oveja perdida

El Sínodo ha comenzado a hablar sobre asuntos canónicos difíciles y sobre los procesos de nulidad, con intervenciones y debates intensos. El objetivo: unir la misericordia con la verdad y la justicia

Redacción

El esquema de las intervenciones del Sínodo sobre la Familia ha entrado a abordar las situaciones matrimoniales difíciles: divorciados que se han vuelto a casar, procesos de nulidad, etc. En general, los padres sinodales han afirmado que, si hay una unión válida, no es posible la admisión a los sacramentos, en coherencia con la doctrina y por fidelidad a la Palabra del Señor. Al mismo tiempo, hay otra línea de intervenciones que no niegan la indisolubilidad del matrimonio pero quieren dar con la clave que permita ofrecer a los divorciados vueltos a casar la misericordia del Señor a través de la Iglesia. Se pide un discernimiento de las diversas situaciones específicas, sin negar la doctrina fundamental, para que se pueda mostrar misericordia en la aproximación pastoral a cada caso. De momento, el Sínodo está mostrando toda la pasión de la Iglesia por las palabras de Jesús, y toda su pasión por llegar a la oveja perdida.

Una de las maneras de conciliar misericordia y justicia que salen de los debates es redescubrir la Comunión espiritual, partiendo de la base de que negar la Comunión sacramental es, en sí mismo, un acto de misericordia, porque supone llevar a la gente a la verdad.

En el caso de las situaciones difíciles de irregularidad canónica, se está hablando mucho de llevar a cabo una pastoral de la escucha: escuchar a las personas, rezar en común, invitación al perdón, encontrar alguna forma de mostrar la bendición del Señor aun sin participar en la comunión sacramental…

Una línea de aproximación a esta problemática sería simplificar los procedimientos de nulidad matrimonial, y se han realizado propuestas concretas de organización de los tribunales diocesanos, insistiendo siempre en la exigencia de la verdad y la justicia para evitar un supuesto divorcio católico. Y se precisa que estos procesos no buscan la anulación de un matrimonio, sino declarar la nulidad o no de un vínculo que nunca se ha dado.

También se ha subrayado la importancia de un lenguaje adecuado para evitar la impresión de un juicio moral en estas situaciones.

Y, en la línea de numerosas intervenciones en estos días, se ha constatado en muchas ocasiones una absoluta falta de preparación al matrimonio en muchas parejas de novios, y algún obispo ha reconocido con dolor la práctica de algunos sacerdotes cuyo único interés es que los documentos estén en orden, mostrándose despreocupados de cualquier otro acompañamiento pastoral de los novios.

Y, sobre los homosexuales, se ha insistido en la necesidad de escucha, respeto y acogida, evitando el uso de un lenguaje poco respetuoso, pero dejando claro que el matrimonio es entre un hombre y una mujer.