Sindicatos del Mediterráneo piden a la UE un «impuesto de solidaridad» para proyectos de desarrollo - Alfa y Omega

Sindicatos del Mediterráneo piden a la UE un «impuesto de solidaridad» para proyectos de desarrollo

La simbólica isla italiana de Lampedusa acogió el jueves un encuentro entre líderes sindicales y religiosos de la cuenca del Mediterráneo en el que se firmó el Acuerdo de Lampedusa, que busca promover el desarrollo en los países de los que salen los emigrantes

Redacción
Foto: UIL

Líderes sindicales y religiosos de la cuenca del Mediterráneo se han reunido por primera vez en la isla de Lampedusa para abordar de forma conjunta el drama de la migración. El encuentro, organizado por la Unión Italiana del Trabajo (UIL por sus siglas en italiano), concluyó este jueves con la firma del Acuerdo de Lampedusa.

El texto, firmado por los sindicatos del norte de África, Israel y Palestina, además del UIL, piden a la Confederación Europea de Sindicatos que proponga a la Unión Europea «la creación de un fondo en el que todos los países miembros hagan confluir recursos resultantes de las distintas formas de “impuesto de solidaridad”, en el llamado modelo “ocho por mil” implementado en Italia [similar al 0,7 % reclamado en España, N. d. R.]».

Estos recursos «se asignarán a proyectos capaces de crear puestos de trabajo» en los países de origen de los inmigrantes que intentan llegar a las costas europeas. «La Unión Europea tendrá que hacerse cargo de la coordinación y gestión de este tipo de actividades de apoyo al crecimiento». Este es el corazón del convenio firmado esta mañana con la que los sindicatos implicados exigieron, por lo tanto, «a las instituciones europeas e internacionales para hacer frente con más coraje y determinación al tema de la inmigración».

Proyectos de cooperación

La colaboración entre el UIL y los otros sindicatos firmantes se materializará también en un proyecto de cooperación. El objetivo es limitar los casos de inmigración ilegal al ofrecer asistencia y protección a las personas involucradas. La herramienta principal serían los cursos de formación en las instalaciones destinadas a aprender tareas específicas o rudimentos y técnicas de trabajo por cuenta propia que los inmigrantes formados pueden poner en marcha, cuando las condiciones lo permitan, en los países de origen o en los países de la Unión.

La reunión de hoy, en la que han participado representantes católicos, musulmanes, judíos y budistas, quiere ser solo el comienzo de un viaje. Los sindicatos firmantes, de hecho, le van a dar continuidad estableciendo una Comisión permanente para el seguimiento y análisis del fenómeno de la migración y sus implicaciones para el desarrollo y el trabajo, con la participación en este proyecto de todos los demás sindicatos de los países de la cuenca mediterránea. También organizarán, una vez al año, eventos similares en sus territorios nacionales.

En el encuentro participó también el premio Nobel de la Paz 2015, Hassine Abbassi. Este sindicalista tunecino subrayó la estrella relación entre la falta de trabajo y la inmigración en el Mediterráneo. Y denunció el «terrorismo organizado» como otro factor que alimenta la emigración. «Muchos gobiernos han preferido el terrorismo con fines expansionistas incluso a costa de la destrucción de países enteros».

UIL / Redacción