Sin mayores no hay futuro - Alfa y Omega

Sin mayores no hay futuro

Con sus experiencias han de «custodiar las raíces, transmitir la fe a los jóvenes y cuidar de los pequeños», en palabras del Papa

Alfa y Omega

Este domingo, 25 de julio, se celebra la I Jornada Mundial de los Abuelos y las Personas Mayores, instituida por el Papa Francisco cerca de la memoria litúrgica de san Joaquín y santa Ana, padres de la Virgen y abuelos de Jesús. Y lo hace con el lema «Yo estoy contigo todos los días» (cf. Mt 28,20), que alude a «la promesa que el Señor hizo a sus discípulos antes de subir al cielo», a que el Señor está al lado de los mayores y, al mismo tiempo, también lo están la Iglesia y el propio Sucesor de Pedro, que se define a sí mismo como un «anciano» más.

Esta primera jornada –subraya el Pontífice– se produce en tiempos de COVID-19, «una dura prueba que ha golpeado la vida de todos», pero que a las personas de más edad le ha dado «un trato más duro». Porque en buena parte del mundo, incluida España, han sufrido directamente la enfermedad, con aislamiento y soledad, y también muchas muertes. «Cuando todo parece oscuro, como en estos meses de pandemia, el Señor sigue enviando ángeles para consolar nuestra soledad y repetirnos: “Yo estoy contigo todos los días”. Esto te lo dice a ti, me lo dice a mí, a todos», señala, poniendo el foco en rostros concretos como los nietos, otros familiares, amigos o «personas que hemos conocido durante este momento difícil».

Lejos de recrearse en lamentos, Francisco usa el ejemplo de su llamada a ser Papa cuando le había llegado «la edad de la jubilación» y alienta a los mayores a «ponerse en marcha» aunque parezca que las fuerzas «se están agotando» y a «salir» de ellos mismos al encuentro de otros, mientras siguen cuidando la oración. Con sus experiencias vitales —muchas de ellas no fáciles— y con sus recuerdos han de hacer suya la triple tarea de «custodiar las raíces, transmitir la fe a los jóvenes y cuidar de los pequeños». Se trata de algo clave para cimentar «un mundo más humano», un presente y un futuro en el que cada uno no vaya por su lado y, al final, nos perdamos todos.