Sembradores del Reino antes que guerreros - Alfa y Omega

Sembradores del Reino antes que guerreros

Hay que dejar, en palabras del Papa, «que el encuentro con Jesús en la Eucaristía nos transforme» y salir a por los hermanos

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La sociedad española se ha visto inmersa desde hace décadas en una espiral de relativismo; parece que todo vale y la vivencia de la fe se torna más difícil. Así se producen una pérdida de sentido y un vacío existencial; se debilitan los vínculos, y, al final, esto genera desesperanza y es caldo de cultivo de nuevos enfrentamientos y conflictos… Este es parte del diagnóstico que hacen los obispos españoles en el documento de Fieles al envío misionero, en el que dan orientaciones pastorales para los próximos cinco años y en el que, en un momento que además es de pandemia, reivindican la importancia de «que los creyentes demos testimonio de una confianza que vence a los miedos, de esperanza y de caridad fraterna».

En un contexto tan complejo, como ha advertido el Papa Francisco en distintas intervenciones en su viaje a Hungría y Eslovaquia, muchos católicos se diluyen por el individualismo imperante o las ideologías, dejan que su sabor se estropee «por la superficialidad del consumo y las ganancias materiales», o en el mejor de los casos se resignan «a una fe que vive de ritos y de repeticiones». Otros muchos reaccionan apelando a crear espacios cerrados para fieles, en los que rearmarse para reconquistar espacios.

Unos y otros olvidan quizá que lo primero que hay que hacer es abrirse a la «novedad escandalosa de Dios crucificado y resucitado», que es «Pan partido para dar vida al mundo». Hay que dejar, en palabras del Pontífice, «que el encuentro con Jesús en la Eucaristía nos transforme» como transformó a tantos santos y entonces salir con alegría al encuentro de los hermanos, especialmente de los que más sufren. «La sal de la fe no es una respuesta según el mundo, no está en el ardor de llevar a cabo guerras culturales, sino en la siembra humilde y paciente del Reino de Dios, principalmente con el testimonio de la caridad, del amor», dijo el lunes a las autoridades reunidas en el Palacio Presidencial de Bratislava. Sembremos pues.

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