«Seamos luz con nuestro ejemplo»
El empresario y ex diputado español don Manuel Pizarro ha sido el pregonero del DOMUND 2014. «Hay que dejarse empapar por los misioneros, para que seamos luz con nuestro ejemplo», pidió a los presentes
Manuel Pizarro, empresario y ex diputado español, fue ayer el encargado de hacer el pregón del DOMUND en la catedral de la Almudena. Agradecido por «la gran responsabilidad» de dar voz «a los españoles que llevan a Cristo a los confines de la tierra», Pizarro señaló que las cifras impresionan: «13.000 españoles, pertenecientes a 440 instituciones religiosas diferentes. Están ayudando a quienes más lo necesitan de 130 países. Además, desde 2012, la proporción de laicos ha aumentado un 2,4 %. Y, aunque es verdad que, con la crisis, en Occidente han bajado algo los donativos, son miles y miles quienes aportan lo que pueden para ayudar a que otros conozcan nuestra fe y vivan con dignidad. El año 2013, España envió a Roma cerca de 11 millones de euros que se invirtieron en 438 proyectos en 77 países. Esta aportación ha crecido el año 2014 en un 8 %, llegando a los 12 millones de euros».
Si los datos son llamativos, más aún lo es «profundizar en la labor de cada uno de esos 13.000 misioneros». El ex diputado aludió a la admiración que le provoca el trabajo de los religiosos «allí donde el ébola hace estragos», y puso como ejemplo a los padres Miguel Pajares y Manuel García Viejo, quienes, «incluso, han entregado su vida. Uno en Liberia; otro en Sierra Leona. Dos lugares a los que llegaron guiados por su vocación misionera, para estar al lado de los más pobres, hasta el punto de morir como tantos otros de su nueva familia». También recordó a los otros 15 misioneros españoles que continúan en Liberia, Sierra Leona y Guinea Conakry.
Hay gente que no conoce a Cristo
Don Manuel Pizarro definió la evangelización de la Iglesia como «una labor de civilización desarrollada a lo largo de 20 siglos, de defensa de la dignidad humana vivida en Cristo», pero, afirmó, «aún no ha llegado a todos. Hay mucha gente que no conoce a Jesucristo, que viven sometidos en pobreza y barbarie sin educación y sin acceso a los mínimos de la dignidad humana». Este año, con el lema Renace la alegría, el DOMUND «nos invita a retomar la misión evangelizadora», explicó. Y recordó que no hay nada mejor en estos momentos, «en los que el laicismo imperante despista, para que presumamos de la Iglesia católica, que tanto ha hecho por la mejora de las condiciones de vida de los más débiles y, en definitiva, por la civilización del mundo». Porque «es más sencillo aceptar que la religión es un asunto privado, como se ha tratado de imponer en las últimas décadas en la sociedad española», pero «una sociedad de hombres libres necesita un conjunto sólido de valores morales».
Don Manuel Pizarro animó a los presentes a dejarse empapar por los misioneros, «la mejor sal de la tierra», para que «seamos luz con nuestro ejemplo. No nos escondamos: allí donde estemos, seamos ejemplares con nuestro trabajo y testimonio de actitud cristiana, con prudencia, pero con convicción».
Otro de los actos centrales del DOMUND tuvo lugar la tarde del lunes. Representantes de Cáritas, Manos Unidas, CONFER, REDES y Obras Misionales Pontificias participaron en una tertulia presidida por el Secretario de la Conferencia Episcopal Española, don José María Gil Tamayo, y moderada por la periodista Cristina López Schlichting.
«Tenéis todo nuestro apoyo», afirmó Gil Tamayo a las instituciones presentes, y alabó el trabajo caritativo de la Iglesia. También afirmó que los misioneros son un claro ejemplo de la Iglesia en salida que quiere el Papa Francisco, ya que unen la evangelización a la caridad y van más allá de la autopreservación. «Actualmente, producimos, distribuimos y consumimos a espaldas de muchísima gente», afirmó Schlichting, y denunció la indiferencia ante los problemas de África, de especial actualidad.
En su Mensaje para este día, el Papa señala que la misión ad gentes es urgente, porque todavía hay mucha gente que no conoce a Jesucristo. «Todos los miembros de la Iglesia están llamados a participar, ya que la Iglesia ha nacido en salida», afirma. Sobre todo, si tenemos en cuenta que «el gran riesgo del mundo actual, con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada». Según el Santo Padre, la Humanidad «tiene una gran necesidad de alcanzar la salvación que nos ha traído Cristo». Y, para ello, «todos los discípulos del Señor están llamados a cultivar la alegría de la evangelización».
El Papa Francisco advierte que «escasean las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada». A menudo, esto se debe, explica, «a la ausencia en las comunidades de un fervor apostólico contagioso, por lo que no despiertan ningún atractivo. La alegría del Evangelio nace del encuentro con Cristo y del compartir con los pobres». Y anima, por tanto, a las comunidades, «a vivir una vida fraterna intensa, fundada en el amor a Jesús y atenta a las necesidades de los más desfavorecidos».
El cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo emérito de Madrid y Administrador Apostólico, en su Carta pastoral con motivo del Domund, afirma que esta jornada «es una grata necesidad del corazón» y da gracias a Dios por los 150 misioneros españoles que salen cada curso a llevar la alegría del Evangelio.