Se intensifican los combates en el Congo a un mes de la visita del Papa
«La pesadilla de la guerra ha durado demasiado», ha denunciado la conferencia episcopal del país, que ha pedido que se ponga fin de una vez por todas a la lucha armada
Cuando queda tan solo un mes para la llegada del Papa Francisco al R. D. Congo, país que visitará a partir del 2 de julio, la violencia ha vuelto a hacer acto de presencia no muy lejos de donde recalará el Pontífice. En los territorios de Rutshuru y Nyiragongo, situados al norte, más de 50.000 personas han tenido que abandonar sus hogares a causa de la guerra.
En el caso de Rutshuru –localidad situada a escasos 10 kilómetros de la frontera con Uganda–, según ha explicado el servicio de información de OMP, los enfrentamientos entre el Ejército y los combatientes del M23 ha provocado que casi 40.000 personas hayan tenido que huir. Lo mismo han tenido que hacer otras 11.000 personas en Nyiragongo, más al sur. Se trata de un nuevo conflicto que se suma a la larga lista de los que viene sufriendo el Congo, con mayor o menor intensidad, en los últimos sesenta años, «y como siempre son los débiles e indefensos quienes más sufren», lamentan desde OMP».
Comunicado de los obispos
La Conferencia Episcopal Nacional del Congo (CENCO) ha reaccionado a la noticia. En un comunicado, ha lamentado «el deterioro de la situación de seguridad en la provincia de Kivu del Norte, en particular en los territorios de Rutshuru y Nyiragongo, tras la intensificación de los combates entre las FARDC y los rebeldes del M23 que están causando tantas pérdidas de vidas humanas en ambos lados».
Asimismo, ha expresado su sorpresa porque, hace pocas semanas, los jefes de Estado de los países que rodean los Grandes Lagos, se reunieron en Nairobi para instaurar la paz en el Este de la República Democrática del Congo, sin que se hayan visto resultados.
«El pueblo congoleño, que ha sufrido demasiado y cuyas lágrimas no dejan de brotar por los conflictos de intereses partidistas, se está movilizando para acoger el próximo mes de julio al Santo Padre, el Papa Francisco, que llega como pacificador y apóstol de la reconciliación. No es justo ni honorable intentar impedir que este pueblo tenga este momento de felicidad que será fuente de bendición para nuestro país», se puede leer en el comunicado.
La CENCO ha concluido denunciado que «la pesadilla de la guerra ha durado demasiado», por lo que piden que se ponga fin a la lucha armada: «Las armas nunca han sido una solución eficaz a las reivindicaciones, ni siquiera a las políticas».