El día en que el Cid ayunó para venerar las reliquias de la Cámara Santa
Se cumplen 950 años de la apertura del Arca Santa de Oviedo
El próximo 13 de marzo se cumplen 950 años de la apertura del Arca Santa que se venera en la catedral de Oviedo, una de las joyas patrimoniales de la Iglesia en España. Fue en esa fecha de 1075 cuando el rey Alfonso VI visitó el templo y ordenó inventariar su contenido para cubrirla de plata después.
Aquellos hechos fueron recogidos en un acta de apertura en la que se describe cómo tuvo lugar el ritual de la apertura del Arca Santa y quiénes asistieron. Se enumera, además, una lista detallada su contenido. Ese pergamino ha sido presentado este viernes a los medios de comunicación como adelanto de las celebraciones que tendrán lugar en unos días.
Lo que se conoce como el relicario de la cristiandad, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1998, alberga este pergamino desde tiempos inmemoriales. Pero fue pasado el quicio del primer milenio cuando al templo se allegaron el monarca y su séquito «para venerar las reliquias como principal motivación», explica Juan José Tuñón, canónigo archivero de la catedral de Oviedo.

Lo que pasó entonces quedó recogido en un acta firmada por todos los presentes, entre los que se pudo encontrar el Cid Campeador. «El texto está firmado por un Rodrico Díaz, por lo que no resulta extraño pensar en que era el mismo Cid, sobre todo cuando entonces estaba interviniendo junto al rey en sus circunstancias», señala Tuñón.
Como curiosidad, el documento incluye la preparación espiritual y los ayunos que estaban realizando entonces los protagonistas del acto, que se encontraban entonces en plena Cuaresma. También menciona el contenido del Arca Santa, que en aquella época contaba con 85 reliquias. Aunque específicamente no alude el Santo Sudario, «sí sabemos que se encontraba ya en el templo», asegura Tuñón. «Quizá entonces no tuviera la importancia que le damos ahora, y que se desarrolló posteriormente durante la devotio moderna», añade el canónigo archivero.