Salir de la noche - Alfa y Omega

Salir de la noche es una historia de vida escrita por el periodista Mario Calabresi y traída a España por la editorial Libros del Asteroide. Sus protagonistas son la familia del autor y otras víctimas del terrorismo en Italia. Luigi Calabresi, el padre, fue un comisario de Policía asesinado en mayo de 1972 por militantes de Lotta Continua. Le habían acusado, falsamente, de arrojar por la ventana de una comisaría al anarquista Giulio Pinelli. Gemma Capra, la esposa de Calabresi, autora de La grieta y la luz, tenía 25 años cuando enviudó. Era madre de dos niños y estaba embarazada de su tercer hijo.

A lo largo del relato Mario Calabresi fija su atención en los medios de comunicación, los intelectuales y los escritores que convirtieron a su padre en un verdugo; en «esa parte del Estado» que no hizo nada por aclarar la verdad; en cómo «la ignorancia, el conformismo y la mala fe» perpetuaron una falsedad; en la tardanza por reparar el buen nombre de su padre y de otras tantas víctimas del terrorismo.

Mario Calabresi es hoy un hombre adulto, periodista de profesión, que narra una experiencia autobiográfica hecha de recuerdos de discursos, relatos y confidencias. Y esto es lo que permite a los lectores conocer a la persona, a su familia y a la sociedad italiana de los años de plomo del terrorismo. La memoria de Calabresi es un testimonio de que, como ha escrito el psicólogo español José María Ruiz-Vargas, «el pasado nunca pasa».

A veces, en los lamentos y demandas de las víctimas solo vemos venganza, victimismo o incapacidad de superación. Y, sin embargo, en la narración de Calabresi solo hay verdad y dignidad: la misma verdad de todos los que como él denuncian la irresponsabilidad y la insensibilidad con la que actúan terroristas, asesinos, agresores, victimarios y quienes les justifican o encubren; y la dignidad de quienes, conscientes de que no poseen privilegios, piden que la discreción y el silencio sean, por lo menos, la norma social de conducta de quienes tanto daño han causado. Bastaría con «hacerse cargo», dice Calabresi, de las peticiones de justicia, de asistencia, de ayuda y de sensibilidad de las víctimas. Y esto, con independencia de los caminos que cada cual elige recorrer para salir de la noche.