Sacerdote iraquí: «El Papa viene a defender a sus hijos»
Ayuda a la Iglesia Necesitada financiará 150 becas en la Universidad Católica de Erbil, una apuesta por el futuro de la presencia cristiana en Irak
En el Papa Francisco, los cristianos de Irak «esperamos un abogado, un papá que viene a defender a sus hijos». Behnam Benoka, sacerdote sirocatólico en Bartella, ha participado este martes en el lanzamiento de la campaña de Ayuda a la Iglesia Necesitada Los últimos cristianos de Irak, puesta en marcha para que todos los que lo deseen puedan compartir los esfuerzos del Santo Padre por proteger e impulsar la presencia cristiana en el país. Lo recaudado se destinará, entre otros proyectos, a pagar los estudios de 150 jóvenes en la única universidad católica iraquí.
«Necesitamos vuestra ayuda en lo político y lo económico», ha subrayado Benoka. Todo lo que pueden hacer por sí mismos, «nuestra presencia y amor a nuestra tierra», trabajar para construir un nuevo Irak y «hablar con fuerza» defendiendo el «derecho» a seguir viviendo en su tierra, «no basta» si les falta el apoyo externo.
En la llanura de Nínive, ha explicado el sacerdote sirocatólico, los cristianos se enfrentan a un intento de «limpieza étnicorreligiosa» que se suma a los problemas de seguridad por la presencia de milicias y a los económicos por la falta de trabajo. A pesar de ser una tierra de mayoría cristiana, sufren discriminación. El caso más reciente se ha dado durante la pandemia, ya que «el Gobierno local ha obligado a cerrar las tiendas, pero ha permitido que sigan abiertas en los barrios musulmanes».
«Eliminar la presencia cristiana»
Benoka enmarca esto en un proyecto más amplio para «modificar la demografía del lugar para eliminar la presencia cristiana» y repoblar la zona con musulmanes. Por ello, confía en que «el Papa hable con las autoridades religiosas del islam y con el Gobierno para proteger el derecho a la tierra de los cristianos».
Para él, esto es compatible con promover la fraternidad humana. Esta es «esencial para construir un país en el que todos se amen». Pero esta meta no se alcanzará sin que primero se haga justicia y «todos puedan reconocer el derecho de los demás y conocer la obligación de cada uno hacia el país y su prójimo».
Javier Menéndez Ros, director nacional de ACN, ha subrayado cómo Irak, la antigua Mesopotamia, es la «cuna de la civilización». Allí surgieron la escritura y la agricultura, y tuvieron lugar episodios bíblicos como el diluvio y la construcción del arca de Noé y, sobre todo, el nacimiento de Abraham. En sus tierras ha habido presencia cristiana ininterrumpida desde el siglo I.
¿Al borde de la extinción?
Sin embargo, ahora los cristianos pueden estar al borde de la «extinción». En menos de 20 años, desde 2003, han pasado de ser 1,4 millones a apenas 250.000. Es decir, no quedan en el país ni uno de cada cinco. Es «el mayor éxodo de cristianos en Oriente Medio», ha lamentado Menéndez Ros, fruto sobre todo de distintas guerras. La más reciente, la invasión de la llanura de Nínive por parte del Estado Islámico, obligó a todos los cristianos a huir al Kurdistán iraquí.
Frente a esta catástrofe humanitaria, ACN hizo un esfuerzo extraordinario. En los últimos diez años, se han invertido en Irak 49,5 millones de euros. Más de la mitad, 28,1, estuvieron destinados a la ayuda humanitaria a estos desplazados. Tras la derrota del grupo yihadista en 2017, comenzó la reconstrucción, financiada por la fundación pontificia y coordinada por el Comité de Reconstrucción de Nínive.
A ella se dedicaron 17,4 millones de euros, que ha dado como fruto un 56,6 % de casas rehabilitadas y el regreso de casi la mitad de los habitantes de Nínive. Cuando volví hace un año» a una zona que antes era casi «fantasma», «vi tiendas, bares y normalidad; una imagen muy bella, aunque esa presencia sea frágil todavía», ha compartido Philipp Ozores, secretario general de ACN Internacional.
Becas para sostener el futuro
Pasados los momentos más duros, ACN se está centrando ahora en otras dos fases necesarias para «mantener viva una pequeña semilla de población de la que pueda resucitar la presencia cristiana» en el país. La primera es la recuperación de lugares de culto, empezando por los más «simbólicos», como la iglesia de la Inmaculada Concepción de Bakhdida, que el Papa visitará el domingo.
Pero igual de necesario es «invertir en el futuro de la población». En este sentido, Ozores anunció que se van a financiar con 1,5 millones de euros becas para 150 estudiantes de la Universidad Católica de Erbil. Esta partida responde a la petición del obispo caldeo del lugar, Bashar Matti Warda.
El objetivo del proyecto es promover la cohesión social entre religiones y ofrecer una perspectiva laboral para los jóvenes cristianos. La Universidad Católica de Erbil es la única católica en todo el país. Entre sus estudiantes, hay un 72 % de cristianos (desplazados internos y procedentes de distintas partes del país), un 10 % de musulmanes y un 18 % de yazidíes. Es una apuesta fuerte de la fundación pontificia. Pero, ha matizado su secretario general, para algunos proyectos de estas últimas fases «todavía falta financiación» y siguen siendo necesarias contribuciones.
La Noche de los Testigos
Junto a los donativos para sostener a los cristianos iraquíes, Ayuda a la Iglesia Necesitada ofrece a quienes lo deseen otra forma de sumarse al viaje del Papa. El jueves 4 de marzo a las 18:30 horas, solo 13 antes de que el avión del Pontífice despegue desde Roma, la madrileña catedral de la Almudena acogerá la quinta edición de la Noche de los Testigos.
En esta vigilia, presidida por el cardenal Carlos Osoro, participará el padre Naim Shoshandy, sacerdote iraquí afincado en España. También estarán presentes Collin Williams, de Nigeria, y el padre Robertus, de Indonesia; tres países donde se vulnera la libertad religiosa. El aforo en la catedral está limitado como consecuencia de la pandemia, y se accederá por orden de llegada. El encuentro también se podrá seguir online, previa inscripción.