Refugio en el bosque de la memoria - Alfa y Omega

Refugio en el bosque de la memoria

Maica Rivera
Detalle de la portada del libro

Era otoño de 1970 cuando la periodista Marit Kapla llegaba de bebé al apartado pueblo de Osebol, en el medio oeste de Suecia, en brazos de sus padres. Se instalaban en una granja. El progenitor había conseguido trabajo en la universidad popular de Stöllet, unos kilómetros más al norte, al otro lado del río Klarälven. Un año después nacería una hermana y un hermano siete años más tarde. Echando la vista atrás, la autora entiende que su vida en Osebol terminó muchas veces desde la adolescencia, con cada mudanza —por motivos académicos o profesionales— que la iba alejando físicamente de allí. Hasta 2007, que fue cuando su padre, enfermo de alzhéimer, ya no pudo seguir viviendo en el hogar familiar. Le trasladaron a una residencia y la madre vendió la casa que ambos habían construido hacía 30 años en la montaña.

Marit observa ahora esa casa desde el camino de grava que discurre ante la fachada y siente que aún vive en ella. Desde ahí, el denso paisaje forestal del norte de Värmlandx proyecta la mirada a la despoblación. Lo hace en una serie de entrevistas que ha realizado a lo largo de 2016 y 2017 a casi todos los aldeanos de entre 18 y 92 años, y que deja registradas literalmente en este libro, voluminoso y ligero a la vez. Son historias orales, recuerdos de una vida, un buen puñado de crónicas familiares que se relatan todas seguidas. Es decir, tenemos unas hipnóticas transcripciones telegráficas que se suceden sin cortes y poseen algo semejante, por buscar algún parecido, a la intensidad del haiku. Queda la estampa brillante, melancólica, pacífica y acogedora de un lugar tranquilo que apenas se anima en verano y cuenta con inviernos en los que no ocurre nada y donde el sonido del viento en la vegetación sustituye cualquier ajetreo de la rutina urbana.

Los mayores hablan de bosque y bayas, de árboles con musgo y de una canoa con la que ir al río para ver castores y peces desde un islote de arena. También evocan un pasado de leñadores, cazadores de arces y costureras que invocan un espíritu de fraternidad. Se quejan del ritmo acelerado que ha ido asumiendo el resto del mundo, mientras que Osebol, está claro, se ha quedado un par de semanas por detrás del calendario, y se lamentan de que los jóvenes sufren una necesidad enfermiza de tener siempre encima el teléfono y estar controlando todo.

Estas páginas llegan transidas de ese apego a una tierra y sus gentes, al poderoso recuerdo de la infancia y la primera juventud que convierten cualquier territorio, como Osebol, en mítico. Es interesante cómo la gran metamorfosis social se cuenta desde dentro, con una voz que es muchas voces y, a la vez, una sola que eleva el tono desde las raíces profundas. Se desarrolla la narración coral acompañada de sopa de guisantes, pastel salado, tarta de fresas silvestres, bizcocho de almendra recién hecho y café servido en tazas centenarias que se reservan para ocasiones especiales como esta. Se rememora la Navidad con gatos, enfrente de la lumbre, y resuenan de fondo cánticos de Iglesia, salmos y versículos de la Biblia para la celebración de la festividad de la Epifanía. También se ensalza la actitud contemplativa, en el valle, sentados en la nieve. La vida es ruda en Osebol, pero es más fácil que en las grandes ciudades y nunca se encuentra exenta, nos cuentan, de una belleza cambiante y una naturaleza sanadora. Es esta una lectura que causa extrañeza, absorbente y algo enigmática, como lo es la postal del final, de abedules atestados de camachuelos, como manzanas rojas, que se posan en las ramas cubiertas de escarcha para calentarse cuando sale el sol. Entendemos perfectamente que esta obra haya protagonizado un inesperado fenómeno cultural en Suecia.

Osebol. Voces de un pueblo sueco
Autor:

Marit Kapla

Editorial:

Capitán Swing

Año de publicación:

2023

Páginas:

813

Precio:

28,50 €