Rearme de Europa: «No sé lo que supondría una bomba nuclear sobre París»

De momento no suenan tambores de guerra a este lado de Europa, pero los países de la Unión ya se están preparando para un fuerte desembolso para aumentar el presupuesto de esta partida en sus economías. La semana pasada, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció «la era del rearme europeo» y medidas que movilizarán 800.000 millones de euros. El aumento del gasto en defensa a escala continental es ya un hecho y todos los países, incluido España, ya cuentan con ello y así se lo están haciendo llegar a la opinión pública.

«Lo que hay detrás de todo esto es el negocio de las armas, uno de los más horrorosos, pero también más rentables del mundo», afirma Javier Alonso Rodríguez, presidente de Justicia y Paz, que constata que «desde hace años la industria armamentística está reclamando un incremento del gasto militar en Europa que se refleje en los presupuestos en Defensa».

En su opinión, es un área «muy lucrativa» que está «alimentando guerras en todo el mundo», conflictos que «en realidad no se terminan nunca». Y mientras se anuncia el aumento del gasto presupuestario, «nos olvidamos de la histórica reivindicación del 0,7 % contra el hambre y la gente se nos sigue muriendo en el Mediterráneo y en la ruta hacia Canarias», denuncia. A la vista de este panorama «se hace patente para muchos el nulo valor de la vida humana en aras del dinero».

Además, Rodríguez advierte de que si esta escalada sigue aumentando nos podemos encontrar con algo inédito en suelo europeo: «Si hay guerra, puede ser la última y el fin del mundo tal como lo conocemos. Con este panorama no podemos contemplar una guerra de pequeña intensidad. No sé lo que supondría una bomba nuclear cayendo sobre París…».

El presidente de Justicia y Paz añade asimismo que una guerra en Europa «aumentará sin duda los flujos migratorios, como sucede siempre que hay un conflicto». Y recuerda que la postura de la Iglesia en este punto es «la llamada al desarme y a la paz. Ojalá se nos hiciera más caso y la gente tomara conciencia» de este problema en ciernes.