Ramón Navarro, experto en liturgia: «El concepto de Puerta Santa se ha ampliado» - Alfa y Omega

Ramón Navarro, experto en liturgia: «El concepto de Puerta Santa se ha ampliado»

Carmen Álvarez Cuadrado
Ramón Navarro
Navarro es secretario técnico de la Comisión para la Liturgia de la CEE. Foto cedida por Ramón Navarro.

Las Puertas Santas son más que una entrada. Marcan el final de una peregrinación que va más allá de lo físico. Y hay muy pocas. De hecho, las históricas puertas jubilares están desde el 1500 en Roma, son solo cuatro y se encuentran en las basílicas papales. Lo explica este sacerdote murciano, experto en liturgia, y disipa dudas sobre lo que significa cruzar el umbral en un año santo. 

¿Cuál es litúrgicamente el significado de la Puerta Santa en el contexto jubilar?
Es un símbolo de Cristo, quien dijo: «Yo soy la puerta, y el que entre por mí se salvará». En el Jubileo, cruzarla significa dar un paso del pecado a la gracia; haber cumplido una peregrinación, tanto exterior como interior. En liturgia, su apertura y clausura marca el inicio y el final del año santo, en el que se puede obtener la indulgencia plenaria. Aunque el hecho de pasar por la Puerta Santa no es la única condición para recibirla. Luego, la Iglesia establece orar por el Santo Padre, la participación en la Eucaristía, etcétera.

Sabemos que el Jubileo tiene su trasfondo en la tradición judía. Pero, ¿de dónde viene abrir Puertas Santas?
El primer Jubileo cristiano fue hacia el año 1300, pero la primera referencia sobre una Puerta Santa aparece en 1423, en el Año Santo de la Redención, que convocó el Papa Martín V, quien abrió una «puerta especial» en la basílica de San Juan de Letrán. Ya en el de 1500, el Papa Alejandro VI ordenó abrirlas en las cuatro basílicas mayores —San Pedro, Santa María la Mayor, San Pablo Extramuros y San Juan de Letrán—, que se cerraran al acabar el Jubileo y que no se volvieran a abrir hasta el siguiente. Desde entonces, esto se ha convertido un rito estable dentro de los años santos.

Esas son cuatro, pero existen otras Puertas Santas en el mundo. Sin ir más lejos, en España tenemos una…
Es verdad que hay otras, como la de la catedral de Santiago de Compostela. Se abre en los Años Santos Compostelanos, es decir, cuando el 25 de julio —festividad de Santiago Apóstol— cae en domingo. Este privilegio fue concedido por varios Papas y confirmado por Alejandro III en 1179. Es la única iglesia fuera de Roma con una Puerta Santa asociada a un Año Santo que se celebra cada cierto tiempo. Las demás son, digamos, de carácter temporal. Tienen que ser concedidas por el Santo Padre para un jubileo o bien para lo que se establezca en cada circunstancia.

Entonces, la que el Papa Francisco abrió en una cárcel en este Jubileo, ¿se considera una Puerta Santa al mismo estilo que las de las basílicas mayores?
Sí y no. Es Puerta Santa en el sentido espiritual, pero no es permanente. Es signo concreto de que la misericordia de Dios no está limitada por un lugar físico y de que, precisamente en lugares como la cárcel, esta se hace especialmente presente. Por eso este concepto se amplió simbólicamente. Pero, por ejemplo, la de la cárcel de Roma no formaría parte del grupo de las cuatro puertas jubilares tradicionales.

¿Y cuál es el sentido de las Puertas de la Misericordia que el Papa Francisco estableció abrir en el Jubileo extraordinario de 2015?
Es uno de los casos donde hubo «Puertas Santas», podríamos decir, entre comillas, porque las propiamente dichas son las de las basílicas mayores. El Papa Francisco decidió que ese Jubileo no se celebrase solo en Roma, sino también en las diócesis. Las Puertas de la Misericordia tenían el mismo valor espiritual y penitencial que las de Roma, por lo que se podía ganar la indulgencia plenaria. Pero eran temporales; es decir, un signo para que se diese esa universalidad del Jubileo en las diócesis.

¿Alguna curiosidad que debamos saber sobre las Puertas Santas?
Por ejemplo, el rito tradicional de cómo se abre. Hay un martillo de plata con el que el Papa la golpea tres veces. Antes se hacía a golpe de mazo porque estaban tapiadas con ladrillos, que se quitaban justo en ese momento, pero era poco práctico. Hoy es algo más simbólico. El muro se quita antes y ya se abre la puerta directamente. Dentro de ese muro hay una caja con objetos del último Jubileo, como pergaminos o monedas.