¿Quiénes son estas mujeres y por qué nadie reclama sus cadáveres?
La Policía Nacional se suma a la campaña de Interpol Identify Me, en la que se pide ayuda a la ciudadanía para poner nombre a siete mujeres que han aparecido muertas en España en los últimos 25 años
La mujer tenía el pelo castaño, unos vaqueros de la talla 31 y un pequeño tatuaje en la mano derecha. Tendría entre 25 y 30 años, pero pocos más detalles sabemos de ella; solo lo que llevaba puesto el día de su muerte y cómo fue encontrada. En su caso, el cadáver fue hallado a la orilla de una carretera rural en Malgrat de Mar, en Barcelona. Había sufrido numerosas heridas en el cuerpo y en el rostro. Como ella, existen otras 45 mujeres sin identificar cuyos restos se han encontrado en Francia, Italia, Bélgica, Alemania y Países Bajos, sin que nadie las haya reclamado. En España, la Policía Nacional se ha sumado a esta campaña llamada Identify Me —«Identifícame»—, liderada por la Interpol, para tratar de resolver los casos de siete mujeres que aparecieron muertas. El objetivo es dar a conocer los datos que se conozcan de ellas con la esperanza de que alguien pueda reconocerlas. Cuatro fueron encontradas en diferentes puntos de Cataluña y las otras en las islas Baleares, País Vasco y Madrid. Halladas en senderos de bosques, cunetas, habitaciones de hotel o cobertizos entre 1999 y 2019 y con edades que oscilan entre los 20 y 40 años.
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Más información en interpol.int/IM sobre la campaña y sobre estas mujeres aún por identificar.
«No olvidemos que han sido brutalmente asesinadas», afirma la escritora y referente contra la trata Mabel Lozano en conversación con Alfa y Omega. «Esta campaña me parece soberbia, porque hace un guiño a la ciudadanía y nos interpela para que miremos, colaboremos y veamos». Es solo una corazonada, pero Lozano cree que es posible que muchas de ellas hayan sido víctimas del tráfico de personas, ya que «en los asesinatos que vemos de mujeres en la prostitución, normalmente tampoco nadie las reclama». El hecho de que sus cuerpos hayan sido abandonados de cualquier manera puede también ser un indicio. El 18 de octubre Europa celebró su día contra esta lacra, que explota —y mata— especialmente a las mujeres. Javier Álvarez, inspector de la Interpol en Madrid, también apunta para este semanario que hay síntomas de que «algunas de ellas podrían ser víctimas de trata, por cómo aparecen los cuerpos, porque nadie las conoce o porque ni siquiera tienen domicilio en España».
Para facilitar su reconocimiento, la Interpol ha creado una base de datos en internet donde consultar los retratos robot creados para cada una de las víctimas junto a los detalles que se conozcan. Álvarez confirma que hasta ahora se han hecho avances en dos casos concretos y que han establecido comunicación con las autoridades búlgaras y australianas, porque dos de las víctimas podrían ser de allí. Todo ello gracias a la implicación de la gente que, de forma anónima, aporta información a través del formulario del sitio web —interpol.int/IM—. Desde la Policía llaman «a todas las personas que tengan información a que colaboren en este esfuerzo conjunto».
La mujer de la flor
Esta campaña ya se puso en marcha el año pasado en países como Bélgica, Países Bajos o Alemania y logró que más de 1.500 personas se comunicaran con las autoridades para aportar alguna pista sobre los casos sin resolver. Como el de Rita Roberts, cuyos familiares reconocieron en los medios de comunicación gracias al tatuaje de una flor tan solo dos días después de lanzar la iniciativa.
La joven, de 31 años y nacionalidad británica, se mudó a la ciudad belga de Amberes en febrero de 1992 y en mayo de ese mismo año sus familiares recibieron sus últimas señales de vida. El cadáver de Rita lo encontraron flotando en un río cerca de una planta de tratamiento de aguas con signos de haber sido «violentamente asesinada». Apodada por la Interpol como la mujer de la flor por su tatuaje, tras hacerse públicos algunos detalles característicos, un familiar de Reino Unido fue el que se puso en contacto con ellos y con las autoridades belgas tras reconocer su imagen en la televisión. Poco después, la familia viajó hasta Bélgica para poder identificarla.
Con motivo del Día Europeo contra la Trata de Seres Humanos, el pasado viernes tuvo lugar en O_Lumen, en Madrid, un acto en el que fe y arte sumaron fuerzas contra esta lacra. Organizado por CONFER, Cáritas, Diaconía, Justicia y Paz, la CEE y FEREDE, el evento reunió a artistas de diferentes disciplinas que compartieron su arte. «Cada persona tiene un rostro, una historia, y un derecho inalienable a vivir en libertad. No podemos permanecer indiferentes», declaró para este semanario la cantaora Ana Isabel Zumel.