Quien no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él - Alfa y Omega

Quien no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él

Sábado de la 7ª semana de tiempo ordinario / Marcos 10, 13-16

Carlos Pérez Laporta
'Jesús bendice a los niños'. Lucas Cranach, 'el Joven'. Metropolitan Museum Nueva York, Estados Unidos
Jesús bendice a los niños. Lucas Cranach, el Joven. Metropolitan Museum Nueva York, Estados Unidos.

Evangelio: Marcos 10, 13-16

En aquel tiempo, le acercaban a Jesús niños para que los tocara, pero los discípulos les regañaban. Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo:

«Dejad. que los niños se acerquen a mi: no se lo impidáis, pues de los que son como ellos es el reino de Dios. En verdad os digo que quien no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él».

Y tomándolos en brazos los bendecía imponiéndoles las manos.

Comentario

Los niños que se «acercaban a Jesús […] para que los tocara». Marcos usa el tacto en otras ocasiones para hablar de curaciones. Pero estos niños no necesitan ser curados de ninguna enfermedad. Por la actitud de después de Jesús, parece claro que querían recibir la bendición. Pero Jesús no tiene un comportamiento puramente formal con ellos, porque «tomándolos en brazos los bendecía imponiéndoles las manos». La bendición va acompañada de un gesto paternal entrañable. Esa ternura y cariño de Jesús con los niños ha permanecido como imagen radical de la actitud de Jesús hacia la infancia, y como significado verdadero de aquella bendición.

Por eso, Jesús recrimina a los discípulos que «regañaban» a los niños. Porque el Dios del cristianismo, que es el Dios del cosmos, cuya profundidad es insondable, se acerca a los niños en la forma de esa ternura de Cristo. La educación cristiana es inseparable de la entraña de la educación de los padres: en el amor entrañable de los padres se expresa y comienza a manifestar el amor de Dios por cada niño. Jesús se acerca a cada niño en la ternura paternal que recibe. En ella los niños comienzan a conocer el amor eterno e infinito que Dios les tiene.