«Quien no ama al hermano no reza seriamente»
El Papa Francisco ha dedicado la catequesis de este miércoles a la oración de intercesión
El Papa Francisco ha continuado este miércoles con sus catequesis sobre la oración. En esta ocasión, se ha referido a la oración de intercesión. Para el Papa, todos necesitamos interioridad y retirarnos en un espacio y tiempo «dedicado a nuestra relación con Dios», pero esto no quiere decir «evadirse de la realidad».
«Quien reza nunca deja el mundo a sus espaldas. Si la oración no recoge los dolores, las alegrías, las esperanzas y las angustias de la humanidad se convierte en una actividad decorativa, en una actitud superficial e intimista», ha dicho el Pontífice.
En este sentido, ha señalado que los hombres y mujeres que rezan buscan la soledad «no para ser molestados, sino para escuchar a Dios», y, de hecho, «tienen abierta la puerta de su corazón a aquellos que rezan sin saberlo, a los que no rezan pero llevan dentro un grito sofocado, una invocación escondida y a los que se han equivocado y perdido el camino».
Para el Para Francisco, en la oración de intercesión «estamos en sintonía con el corazón de Dios y con su misericordia» y, por eso, «a la oración le importa el hombre». «Quien no ama al hermano, no reza seriamente. Con odio no se puede rezar, con indiferencia no se puede rezar… La oración solo se da con un espíritu de amor», ha añadido.
En la intervención ha recordado la parábola del fariseo y del publicano para decir que «no somos mejores que nadie, sino hermanos en una comunidad de fragilidades». «Todos somos deudores. Nadie es impecable a los ojos de Dios», ha sentenciado.
Finalmente, ha recordado que la Iglesia, todos sus miembros, tienen una misión en la oración de intercesión y, en particular, aquellos que se encuentran en un rol de responsabilidad: padre, educadores, ministros… «Recemos los unos por los otros: nos hará bien a nosotros y a los demás».