«Queridos niños de Alepo: ¡No tengáis miedo! Dios no os olvida»
Desde que en la primera semana de Adviento el Pequealfa lanzó su campaña para enviar felicitaciones de Navidad a los niños de Alepo, hemos recibido de toda España –¡e incluso de Italia, Ecuador y Polonia!– cerca de 1.800 cartas, tarjetas y dibujos, que pronto estarán camino de Siria. Ofrecemos aquí una selección
«En Navidad Jesús nace en nuestros corazones. Celebremos esta gran ocasión juntos. Deseo que encontréis la felicidad con Jesús en estos tiempos difíciles. Os deseo lo mejor. ¡Feliz 2017! Os deseo que la fe os ayude a seguir adelante. Incluso si no estáis en vuestro mejor momento, espero que el espíritu de la Navidad esté en vuestro corazón».
Ana, 11 años
«Cuando escuché que estabais sufriendo mucho me dio un ataque en el corazón y sentí la guerra de vuestro país en mi alma y me dio pena y rompí a llorar. Yo estoy rezando mucho por vosotros. Yo estoy haciendo sacrificios para que os vaya bien, me da pena que estéis en guerra. No quiero que muráis. Yo tengo fe y quiero ayudaros. Cuando vosotros sufrís, yo también. Tenéis fe en vuestros corazones y podéis hacer cosas grandes para sobrevivir, pero si no tenéis fe, la valentía se va de vosotros. Seguid teniendo fe, porque así tenéis a Dios más cerca de vosotros. Tened confianza porque se acerca la Navidad y el Salvador (Jesús) va a llegar otra vez a la tierra y nos va a salvar porque ¡Él es Dios! Vosotros sois mis hermanos. Os quiero mucho».
Clara, 9 años, colegio Nuestra Señora de Schoenstatt – Pozuelo de Alarcón, Madrid
«Que vuestra sonrisa cambie el mundo. Estoy agradecida de compartir este planeta con vosotros. No os preocupéis, Dios siempre llega a tiempo».
Yanira, Elena y Paula, 9 años, parroquia Nuestra Señora de la Asunción, Huelva
«Me gustaría que supierais que tenéis mi apoyo para lo que necesitéis. Voy a rezar mucho por vosotros. Pero las cosas son así. Cada uno tiene que hacer su parte, aceptar lo que Dios nos manda, coger nuestra cruz y caminar. Sé que suena duro porque vuestra situación es peor. Pero si todos rezamos y damos gracias a Dios, ganaremos. Tal vez hagan falta días, meses o años, pero recordad que nuestro tiempo no es el tiempo de Dios. Recordad el verdadero significado de la Navidad: Dios nace en vuestros corazones, los mejores del mundo, corazones de gente fuerte, hermosa, que lucha. ¡No tengáis miedo! Dios no os olvida, y hay un sitio especial para vosotros en el cielo, entre Jesús y la Virgen».
Claudia, 13 años, parroquia Nuestra Señora del Pilar – Valdemoro, Madrid
«Tengo una familia bastante grande; me refiero a que no conozco a muchas familias tan grandes. Somos cuatro hijos y tengo dos perritos de tres meses, así que nuestra casa siempre está en caos. En el colegio solemos rezar para que acabe la guerra, siempre nos acordamos de vosotros».
Alfonso, 12 años, colegio diocesano Asunción de Nuestra Señora, Ávila
«Soy un joven de Ecuador. Quiero expresaros mi más sincera amistad y desearos con todo mi corazón que tengáis una Navidad feliz llena de paz y amor. También quiero compartir con vosotros algunos juegos que aquí en mi país nos ayudan a pasarlo bien y que pueden hacer vuestros días más agradables: meterse en un saco o bolsa y saltar hasta la meta; carreras llevando en la boca una cuchara con un huevo, caminando rápido sin que se caiga el huevo».
Diego Joseph, 16 años, Guayaquil – Ecuador
«Me gusta el cine. En mi familia somos cinco. Por la mañana decido lo que quiero desayunar. Cuando crezca quiero ser policía. A veces escribo libros o me invento juegos. Rezo cada día para que tu país sea libre pronto. Ojalá pudieras tener una vida mejor. Con la ayuda de Dios tendréis paz lo antes posible».
Sara, 9 años, colegio John Henry Newman, Madrid
«Aquí en España no valoramos las cosas, no nos paramos a pensar en todo lo que tenemos, así que me gustaría apoyarte y decirte: ¡Feliz Navidad! Cuenta con mis oraciones».
Elena, 11 años, colegio Jesús, María y José, Alcalá de los Gazules, Cádiz
«No estáis solos. Siempre habrá alguien para apoyaros. Rezo por vosotros, para que tengáis refugio, para que tengáis alimentos, para que tengáis una familia feliz, para que tengáis ropa, para que tengáis fe. Por eso rezo por vosotros: “Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén”. Ah, y tengo 9 años. Besitos».
Gema, colegio Serrería, Valencia
Desde Pequealfa, queremos manifestar nuestro agradecimiento, en nombre de los niños de Alepo, a todos los que han hecho posible esta campaña:
– La hora feliz, el programa infantil de Radio María, que comparte la campaña con nosotros y ha recogido también 1.500 cartas.
– Los salesianos y maristas de España, por su ayuda para enviar las felicitaciones.
– Los más de 30 colegios y parroquias, además de bastantes particulares, que han enviado sus felicitaciones, además de algunas pequeñas manualidades y regalos de los niños.
– Un convento de religiosas de clausura, que ha enviado un donativo para los religiosos que atienden a los niños.
«Soy una chica española que cumplió 83 años el 11 de diciembre. Nací cuando se preparaba la guerra civil en España. Desde los 2 hasta los 5 años viví en guerra en el centro de Madrid, donde había muchas bombas. ¿Qué podíamos hacer? Éramos pobres. Me sentía atrapada. Todavía me recuerdo, sola en la terraza, mirando cómo gente con más dinero se mudaba a barrios más pacíficos. Pero nosotros no teníamos nada que hacer. Por la noche, cuando Franco empezaba a bombardear, sonaban las sirenas. Corría hacia mi madre, ella me cogía en brazos e íbamos a un refugio. Mi padre estaba harto de los comunistas. Decía que no le importaba morir. Cuando estábamos celebrando mi tercer cumpleaños, una bomba cayó en nuestra casa. Pero no ocurrió nada, la bomba paró en un muro. A los 26 años vine a Portugal y me hice dominica. Llevo 52 años en Fátima. Os mando una foto de los niños que vieron a la Virgen».
«Soy una chica española que cumplió 83 años el 11 de diciembre. Nací cuando se preparaba la guerra civil en España. Desde los 2 hasta los 5 años viví en guerra en el centro de Madrid, donde había muchas bombas. ¿Qué podíamos hacer? Éramos pobres. Me sentía atrapada. Todavía me recuerdo, sola en la terraza, mirando cómo gente con más dinero se mudaba a barrios más pacíficos. Pero nosotros no teníamos nada que hacer. Por la noche, cuando Franco empezaba a bombardear, sonaban las sirenas. Corría hacia mi madre, ella me cogía en brazos e íbamos a un refugio. Mi padre estaba harto de los comunistas. Decía que no le importaba morir. Cuando estábamos celebrando mi tercer cumpleaños, una bomba cayó en nuestra casa. Pero no ocurrió nada, la bomba paró en un muro. A los 26 años vine a Portugal y me hice dominica. Llevo 52 años en Fátima. Os mando una foto de los niños que vieron a la Virgen».