Puertas Abiertas denuncia que las iglesias cristianas estén ocultas en Catar
Puertas Abiertas pone el foco sobre las iglesias cristianas registradas oficialmente que continúan escondidas de la población general y pide a las autoridades cataríes que los cristianos puedan reunirse públicamente
«Se anima a los turistas que están llegando masivamente con motivo del Mundial a visitar los museos de Catar, los lugares con patrimonio cultural y los centros comerciales, pero algo que no podrán hacer es visitar una iglesia», asegura Anastasia Hartman, portavoz de Puertas Abiertas en Oriente Medio.
Todas las iglesias cristianas registradas oficialmente en el país están ubicadas en una misma zona de Doha, el complejo Mesaymeer. Se trata de un lugar abierto a los cristianos que forman parte de la comunidad de extranjeros en el país, y también se permite el acceso a los visitantes no musulmanes.
Sin embargo, las iglesias no pueden tener ningún símbolo religioso en el exterior, y, según la organización, que analiza la persecución religiosa contra cristianos en el mundo, los cataríes autóctonos tampoco pueden acceder a ese recinto. «Algunas iglesias formadas por extranjeros continúan teniendo actividad fuera de Mesaymeer, pero no se les concede la autorización legal para poder practicar su religión», explican desde Puertas Abiertas.
«En 2020, con la pandemia de la COVID-19, el Gobierno envió una notificación a todas las iglesias indicando que quedaba prohibido celebrar reuniones fuera del complejo», señala Hartman. «Eso ha dejado a más de 100 iglesias sin autorización para practicar su fe. Ahora que la pandemia ha remitido y el país vuelve a tener mayor apertura, las iglesias continúan sin recibir los permisos para poder reabrir. Hubo algunos indicios de que esto iba a cambiar, pero no ha sido así».
En lo referente a los cristianos autóctonos, el pequeño número de conversos cataríes no tiene permiso oficial para poder reunirse o celebrar culto cristiano. Dejar la religión musulmana para convertirse a otra fe se considera apostasía y, según la sharia, se castiga con la muerte. Además, la falta de reconocimiento de estas conversiones provoca problemas legales y la pérdida del estatus, las propiedades e, incluso, la custodia de los hijos.
El complejo Mesaymeer fue creado por el padre del actual emir de Catar como una forma de promover el diálogo interreligioso. Según la representante de Puertas Abiertas, «es un buen gesto. Sin embargo, es momento de que los cristianos de Catar puedan reunirse libremente», y piden a las autoridades que «permitan operar a cualquier organización religiosa pacífica libremente, sin vigilancia ni interferencias».
Actualmente, Catar ocupa la posición 18 en la Lista Mundial de la Persecución de Puertas Abiertas, que clasifica a los países en los que los cristianos enfrentan mayor persecución y discriminación por su fe.