«Primeros pasos» para la causa de canonización de la hermana Clare
Las Siervas del Hogar están recibiendo una avalancha de testimonios por favores concedidos en todo el mundo gracias a su intercesión
Cinco años después de su muerte, la hermana Clare Crockett sigue tocando los corazones y la vida de muchas personas en todo el mundo. «Recibimos correos todos los días. De todas partes del mundo escriben para comunicar gracias y favores que dicen haber recibido a través de ella», afirma la hermana Kristen Gardner, de las Siervas del Hogar de la Madre, autora del documental O todo o nada y de la biografía Sola con el Solo, sobre la religiosa irlandesa que falleció a los 33 años en un terremoto en Ecuador.
¿Por qué tanta gente la tiene presente hoy, cinco años después de su muerte?
Desde su muerte, ha habido un creciente interés en su vida. Para responder a las peticiones de las personas que nos escribían y que querían saber más sobre ella, publicamos una película-documental: O todo o nada, que actualmente tiene más de cuatro millones de visualizaciones en YouTube y está traducido en más de diez idiomas. Y hace unos meses salió la primera biografía, ya disponible en tres idiomas y en traducción a otros cuatro.
Constantemente nos escriben pidiendo información sobre ella y comunicándonos gracias recibidas. Su historia está tocando los corazones de muchas personas de todos los estados de vida: jóvenes, matrimonios, seminaristas, sacerdotes, religiosos, ancianos… La hermana Clare tiene un mensaje para cada uno de ellos y parece que el Señor le ha querido dar la misión de ayudarles a salir de la mediocridad y a dar alegría en sus ambientes.
¿Qué huella ha dejado en la gente?
Creo que la hermana Clare llega mucho a las personas porque se sienten identificadas con su vida. Muchos la experimentan como amiga o como hermana, sienten que les ayuda en su caminar diario. Ella era una joven normal del mundo de hoy: tenía sus sueños, era popular con sus amigos, salía de fiesta…, pero a pesar de todo eso se encontraba vacía. A muchas personas de hoy en día le pasa lo mismo. A ella le faltaba Dios –aunque tenía todo a nivel humano–. Y Él entró en su vida de una forma imprevista, un Viernes Santo, cuando besó los pies de un crucifijo. Allí se dio cuenta del amor que el Señor tenía por ella y sabía que tenía que dejar atrás su vida de pecado y darse totalmente a Él. Impresiona su generosidad y su entrega sin límites al Señor, sin guardarse nada. O todo o nada.
¿Este recuerdo sigue vivo también en vosotras?
Sí, también ha dejado huella en nosotras. Fue muy duro perder a esta querida hermana nuestra. Pero sabemos que está viva, y es muy bonito ver todo el bien que está haciendo. Llega a lugares y a personas a los que jamás podría haber llegado en vida. El Señor nos ha permitido ver el porqué de su muerte.
A mí personalmente me da mucha esperanza y ánimo para luchar también por la santidad y ser generosa en lo que el Señor me pide cada día, como ella lo hizo. Para nosotras es un modelo acabado de lo que tenemos que vivir como Siervas del Hogar de la Madre.
¿Tenéis constancia de favores atribuidos a su intercesión?
Sí, recibimos correos todos los días. De todas partes del mundo escriben para comunicar gracias y favores que dicen haber recibido a través de ella. «Responde muy rápido», afirman muchos. Parece que el trabajo de la hermana Clare no terminó al dejar este mundo, sino que el Señor la está permitiendo seguir esa labor. La Iglesia tendrá que juzgar si eso es así o no, pero, de momento –por los correos que llegan–, la gente al menos así lo cree y lo experimenta.
¿Cómo son estas gracias?
Hay muchos favores espirituales: de conversión y ayuda para salir de una vida mediocre y de pecado. Pero también hay gracias temporales y físicas: personas que sufren de migrañas escriben para contar que le piden ayuda en medio de una migraña muy fuerte –pues ella también sufrió de migrañas–, e inmediatamente cesa el dolor; matrimonios con dificultades para tener hijos nos escriben para darlas gracias por nuestra hermana después de que la mujer haya podido quedarse embarazada tras pedírselo –y hay quienes han llamado Clare a su hija–; incluso desapariciones de cáncer. Todo esto habrá que estudiarlo, y aguardamos el juicio de la Iglesia, pero es impresionante ver cómo la gente, espontáneamente, se dirige a ella y se sienten escuchados.
¿Está prevista la apertura de su causa en un futuro próximo?
Sí, ya han pasado los cinco años desde su muerte y ya se puede pedir la apertura de la causa a las autoridades eclesiásticas. Estamos dando los primeros pasos y esperamos que en los próximos meses se pueda dar alguna noticia al respecto.
¿Qué palabra crees que ha querido dar Dios al mundo con la vida de la hermana Clare?
Creo que ha querido dar esperanza. Ella siempre destacó por su alegría –lo cual no significa que siempre le resultara fácil estar alegre–, y esto es lo que más impresiona a la gente. Tenía un alma magnánima y no guardaba nada para sí, sino que lo daba todo por el Señor y por amor a las almas. Esto es a lo que estamos llamados todos y cada uno de nosotros en nuestro estado de vida.