Presidente de L'Oeuvre de Oriente España: «No se puede exigir a los cristianos de Oriente Medio que se queden»

Todavía «mucha gente en España se sorprende de que haya cristianos árabes». Esto se debe a que «nuestra relación con Oriente Medio es más lejana que la de Francia», explica Francisco del Río, presidente de L’Oeuvre d’Orient España. Esta asociación, que se presentó en sociedad el 30 de noviembre, nace de la organización francesa del mismo nombre, fundada en 1856 tras la guerra de Crimea, para ayudar a las escuelas francófonas del Líbano.

Aunque el objetivo final sea ayudar a las Iglesias orientales, «lo primero que hay que hacer es concienciar» sobre su realidad y su «riquísima» cultura. Del Río, profesor de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Complutense, ha pasado años catalogando obras de comunidades cristianas en Siria. Explica que en arameo, copto o etíope se desarrollaron «tradiciones culturales incluso superiores a la latina», con obras «no solo religiosas, sino literarias y filosóficas» que, tras la llegada del islam, influyeron en la cultura árabe. Otra aportación clave fueron sus traducciones, que introdujeron «géneros y formas de escribir de Occidente». Él mismo ha visto «las obras completas de santa Teresa de Jesús traducidas al árabe en el siglo XVII». De hecho, en buena medida «la Nahda, el Renacimiento árabe del siglo XIX, se produjo gracias a la tradición cristiana».

Para dar a conocer este patrimonio desconocido, L’Oeuvre d’Orient organizará actos culturales, como la exposición que acogieron las universidades Francisco de Vitoria, Comillas y Católica de Valencia en primavera, antes incluso de nacer la asociación. Difundirlo está íntimamente unido a alertar sobre la amenaza que se cierne sobre sus herederos, los cristianos de Oriente Medio. «Todas las guerras en esos territorios les afectan directamente» y pueden acabar extinguiéndose, sobre todo, por la emigración. «Familias enteras se van» a Europa o América, donde «la segunda o tercera generación va perdiendo su identidad. Culturas milenarias, que tanto tienen que enseñarnos, van a desaparecer». Pero al mismo tiempo «no se les puede exigir que se queden. Son personas que quieren lo mejor para sus hijos». La única alternativa es hacer que «les valga la pena seguir en su tierra».

El presidente de L’Oeuvre d’Orient España cree que esta misión puede resultar atractiva no solo para los católicos sino para todos los españoles, siempre generosos. Cuando ya dispongan de fondos, financiarán proyectos de distintas Iglesias locales con las que están contactando, por ejemplo en Alepo (Siria). Estos puentes son interesantes para nuestro país también porque «permiten conocer mejor el mundo árabe e islámico, tan cercano», con testimonios de primera mano. Con todo, Del Río no descarta ayudar en otros territorios, desde Ucrania hasta Etiopía. La llegada a nuestro país de L’Oeuvre d’Orient se produce en el contexto de la creación de una red europea con asociaciones en Bélgica, Austria, Inglaterra, Polonia, Mónaco y Suiza. En enero se fundó además una oficina en Bruselas «para explicar nuestra labor y que este tema esté presente en el Parlamento y la Comisión Europea».