Presentación del Año de la fe. Conversión y misión - Alfa y Omega

Presentación del Año de la fe. Conversión y misión

El próximo mes de octubre supondrá un punto de inflexión en la vida de la Iglesia. Tras el comienzo del Sínodo de los Obispos sobre la Nueva Evangelización, seguirá, unos días después, la solemne apertura del Año de la fe, convocado por Benedicto XVI para «iluminar de manera cada vez más clara la alegría del encuentro con Cristo». Ambos acontecimientos acaban de presentarse en Roma

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo

Si el martes 19 de junio era presentado en Roma el Instrumentum laboris, que servirá de guía de los trabajos del próximo Sínodo de los Obispos del mundo sobre La nueva evangelización, dos días después se anunciaban los principales acontecimientos que darán forma al Año de la fe, convocado por Benedicto XVI, desde el 11 de octubre de 2012 hasta el 24 de noviembre de 2013, solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo. El inicio del Año de la fe coincide con dos aniversarios especialmente significativos: los 50 años de la apertura del Concilio Vaticano II, y los 20 años de la publicación del Catecismo de la Iglesia católica.

En realidad, antes que un mirar hacia fuera, la iniciativa, según monseñor Rino Fisichella, presidente del nuevo Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, consiste en «un arduo programa que se desarrolla en el interior de la vida cotidiana de cada creyente y de cada comunidad cristiana, de modo que se reencuentre el genuino espíritu misionero necesario para dar vida a la nueva evangelización».

No se trata de una nueva estrategia, de tipo proselitista, orientada a un gran impacto mediático, sino que «el Año de la fe, sobre todo, pretende sostener la fe de tantos creyentes que, en la fatiga cotidiana, no cesan de confiar su propia existencia al Señor Jesús: su testimonio, que no es noticia delante de los hombres pero es precioso a los ojos del Altísimo, es lo que permite a la Iglesia presentarse en el mundo de hoy como en el pasado: con la fuerza de la fe y el entusiasmo de los sencillos», afirmó monseñor Fisichella.

En el contenido del Credo

El Año de la fe dará comienzo con una ceremonia de apertura, en la plaza de San Pedro, presidida por Benedicto XVI, el jueves 11 de octubre. Diez días más tarde, el 21 de octubre, serán canonizados siete mártires y testigos de la fe, entre ellos, la española María del Carmen Sallés, además del francés Jacques Barthieu; el filipino Pedro Calugsod; el italiano Giovanni Battista Piamarta; la iroquesa Katheri Tekakwitha; y las alemanas Madre Marianne (Barbara Cope) y Anna Schäffer.

Habrá celebraciones específicas dirigidas a religiosos y consagrados, jóvenes, confirmandos… También habrá un momento para las expresiones de la piedad popular, y durante todo el Año se realizarán eventos muy significativos: el 25 de enero, en la tradicional celebración ecuménica de San Pablo Extramuros, se hará la profesión común del Credo, Símbolo de la fe de los cristianos, para subrayar el camino de la unidad; en la solemnidad de Pentecostés habrá una gran peregrinación a la tumba de san Pedro, en la que participarán todos los movimientos eclesiales; para la solemnidad del Corpus Christi, está prevista una Adoración eucarística que será simultánea en todo el mundo; el 29 de septiembre, habrá una jornada especialmente dedicada a los catequistas, con ocasión del XX aniversario de la publicación del Catecismo; y, el 13 de octubre, la protagonista será la Virgen María, modelo de fe para todo creyente.

El Año de la fe se enriquecerá con diversas iniciativas culturales, las que se podrán seguir a través del portal www.annusfidei.va. Asimismo, a partir de septiembre, saldrá a la luz el subsidio pastoral Vivir el Año de la fe, preparado para que las comunidades parroquiales se adentren en el contenido del Credo. Todo, en el Año de la fe, nace de la convicción que subraya Benedicto XVI en Porta fidei: «Sólo creyendo, la fe crece y se refuerza».