Pío XII desconfiaba de Franco y de su régimen

Vicente Cárcel Ortí sintió un escalofrío la primera vez que deslizó su mano sobre una de las cartas que Francisco Franco envió a Pío XII nada más acabar la Segunda Guerra Mundial. El hambre y la miseria recorrían una Europa en huesos y el generalísimo le hizo un suculento regalo marca España. «Una caja de alimentos con 100 kilos de jamón, 100 kilos de fiambre, 100 kilos de queso, botellas de aceite, botellas de vino, botellas de licores… Comidas y bebidas típicas españolas», explica el historiador, que ha catalogado nueve misivas personales —hasta ahora
inéditas— conservadas en los archivos vaticanos. Un dédalo infinito —abierto en marzo de 2020— en el que se ha sumergido junto al sacerdote catalán Ramón Corts i Blay para extraer datos históricos destacados para España, con el aval de un ambicioso proyecto de investigación impulsado por el Instituto Español de Historia Eclesiástica, vinculado a la Iglesia Nacional Española de Roma. «Partiendo de la documentación conservada en los archivos vaticanos se abordarán cuestiones sobre el pontificado de Pío XII y sus relaciones con España (1939-1958). Es necesario conocer todas las fuentes para que la historia sea transparente y pueda desmontar manipulaciones políticamente interesadas», incide el rector de esta institución, el sacerdote José Jaime Brosel Gavilá.

El primero de los frutos de esta iniciativa —disponible a otros investigadores españoles o extranjeros para analizar y editar el imponente corpus documental vaticano— es precisamente el volumen Pío XII y España, según los documentos de los archivos vaticanos (1939-1958), que se acaba de publicar en España de la mano de la Editorial Balmes. La investigación de Cárcel Ortí da cuenta de la tirante relación entre Franco y la Santa Sede y la alarma con la que Pío XII acogió la creciente influencia de la Italia fascista y de la Alemania nazi en la Falange. «Es verdad que el Papa le agradeció a Franco todo lo que había hecho después de la Guerra Civil para ayudar a la Iglesia, pero también desconfiaba del régimen político español. Pío XII quería que evolucionara. Veía con malos ojos la presencia de la Falange. No veía normal que en España no hubiera un régimen político democrático», reseña. De hecho, de la correspondencia entre ambos emerge que Pío XII «no quería concederle a Franco al principio ningún privilegio si no se desenganchaba de la Falange». En una segunda fase, el dictador «integró en el Gobierno a los propagandistas católicos y, años más tarde, a los técnicos del Opus Dei, por lo que fue lentamente cambiando su visión, pero siempre con una desconfianza de fondo».

Eugenio Pacelli, que llegó al papado después de haber sido el secretario de Estado de Pío XI, nunca condenó públicamente el régimen franquista, pero los documentos demuestran que pidió a Franco «con mucha frecuencia que concediera indultos a los condenados a muerte y a los detenidos políticos, que redujera las penas, que fuera clemente y misericordioso». Otra prueba más de que la maquinaria de la diplomacia del Vaticano es discreta pero efectiva.

Durante los próximos cinco años, Cárcel Ortí y Corts i Blay se ocuparán también de los nacionalismos catalán y vasco durante la etapa de Gaetano Cicognani e Ildebrando Antoniutti como nuncios en España —los representantes de Pío XII— o de los nombramientos de obispos entre 1941 y 1958 y sus visitas ad limina.

Pío XII y España según los documentos de los Archivos Vaticanos

Autor:

Vicente Cárcel Ortí

Editorial:

Balmes

Año de publicación:

2023

Páginas:

739

Precio:

45 €