Petra de San José. El origen de las Madres de Desamparados - Alfa y Omega

Petra de San José. El origen de las Madres de Desamparados

Juan Orellana
La madre Petra (Mariam Arahuetes) da clase a unos niños en un fotograma del filme
La madre Petra (Mariam Arahuetes) da clase a unos niños en un fotograma del filme. Foto: Goya Producciones.

Tras el estreno reciente de Claret, su director, Pablo Moreno, vuelve a revisitar nuestro siglo XIX para acercarnos a la figura de Ana Josefa Pérez Florido, conocida popularmente como la beata Petra de San José. Entre otras muchas cosas, ha pasado a la historia por haber fundado la Congregación Madres de Desamparados y por haber sido la impulsora fundamental de la construcción del santuario de San José de la Montaña. Sito en el barrio de Gracia, en Barcelona, fue destruido durante la Guerra Civil y restaurado posteriormente.

Detrás de la película está la productora Goya Producciones, especializada en cine religioso, y su fundador, Andrés Garrigó, firma el guion junto a Pedro Delgado –que dirigió en 2011 el documental Alexia–. El argumento parte en la época en la que la malagueña Ana (Mariam Arahuetes, Amar es para siempre) es una joven casamentera. Su familia está acomodada y Ana tiene un novio políticamente opuesto a los ideales de su familia. A partir de ahí, la película recorre su vida hasta que la vemos convertida en una anciana madre Petra (Olga Mansilla), con un importante legado social y espiritual a sus espaldas. Como es natural, la película, de 100 minutos, se ve obligada a seleccionar algunos episodios especialmente significativos de su intensa y fecunda vida ante la imposibilidad de abordarlo todo, que sería más factible en una miniserie.

En paralelo con la trama biográfica transcurre una subtrama, ambientada en plena Guerra Civil española y protagonizada por un masón, Ramón (Roberto Chapu) –que ha robado del santuario de San José los restos mortales de la madre Petra– y Manuel (Antonio Velasco), un sacerdote prisionero que le acompaña tratando de disimular su verdadera identidad.

El largometraje, en coherencia con las películas anteriores de Pablo Moreno, ofrece una visión poliédrica del momento histórico. Por una parte, ilustra magníficamente la vocación de servicio a los más necesitados por parte de la Iglesia, pero, por otra, muestra sus mezquindades, envidias e intrigas clericales. El guion señala a personajes como san Pío X (Alejandro Arroyo); Manuel Gómez-Salazar (Emilio Liner), obispo de Málaga, o el cardenal Rafael Merry del Val (Antonio Reyes) como apoyos incondicionales de la madre Petra. Pero otros sacerdotes y obispos, así como el alcalde de Vélez (Raúl Escudero) o la exreligiosa Visitación (Laura Contreras) van a ser obstáculos maliciosos de la obra de la beata. La película también recrea la compañía de amigas de juventud de Ana, algunas de las cuales van a compartir su vocación religiosa, como Rafaela (Alba Recondo).

La película está vestida con primor, con una dirección artística impecable de Carlos Moreno y un excelente diseño de vestuario de Nacho Pérez. Tiene la gran virtud de dar a conocer, de forma expresiva y elocuente, la importancia de esta mujer y de su obra social y caritativa, en un mundo –el actual– en el que los desamparados, desgraciadamente, han vuelto a ser protagonistas.

Petra de San José
Director:

Pablo Moreno

País:

España

Año:

2021

Género:

Drama

Público:

+12 años

Cartel de 'Petra de San José'