Perú invita formalmente a León XIV confiando en que «renovará la esperanza de nuestro pueblo»
Por su parte, el arzobispo de Lima está convencido de que «sin duda vendrá» porque «tiene un techo de casi 20 años y tenemos Papa para rato»
León XIV recibió el pasado lunes una carta con una invitación formal para visitar Perú, país del que adoptó la nacionalidad y donde ejerció su ministerio pastoral durante casi 40 años. La misiva fue entregada durante una audiencia en el Vaticano con una delegación de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP) encabezada por su presidente, Carlos García Camader, obispo de Lurín y emérito de Lima.
«Su presencia renovará la esperanza de nuestro pueblo, fortalecerá la fe de nuestras comunidades y será un signo hermoso de comunión con la Iglesia universal», señala la carta entregada al pontífice. Así lo ha asegurado su conferencia episcopal a través de la red social comúnmente conocida como Twitter. «¡El Perú espera con alegría al Papa León XIV!», añadían en ella los obispos.
La posible visita se enmarcaría en un posible viaje apostólico a América Latina. A mediados de junio, el cardenal uruguayo Daniel Sturla ya sugirió públicamente que la primera gira regional de León XIV podría incluir Perú, Argentina y Uruguay. Son tres países que Francisco no consiguió visitar.
Por su parte, el cardenal Carlos Castillo, arzobispo de Lima, dijo recientemente en declaraciones recogidas por la Agencia EFE «hay que esperar todavía» para saberlo. No obstante, sí reconoció que «existe voluntad en el Vaticano para que el viaje se realice». Castillo precisó que aún deben resolverse aspectos logísticos y organizativos, pero se mostró convencido de que León XIV «sin duda vendrá. «Tiene un techo de casi 20 años y tenemos Papa para rato», aseguró.
Castillo también evocó la elección de León XIV. A su juicio, aquel momento se vivió como «una liturgia, un momento de encuentro personal con el Espíritu Santo para expresarlo en un voto». Y aunque el entonces cardenal Robert Prevost «no era mencionado en ninguna parte en ningún periódico», considera que quizá precisamente gracias a ello «fue elegido por su sencillez y falta de ambición».