Parolin espera que la liberación de rehenes en Tierra Santa «pueda llevar a una tregua definitiva» - Alfa y Omega

Parolin espera que la liberación de rehenes en Tierra Santa «pueda llevar a una tregua definitiva»

El secretario de Estado de la Santa Sede no cree que el Papa usara la palabra «genocidio» en su encuentro con palestinos y justifica que en su audiencia no nombrara explícitamente a Hamás

Redacción
El cardenal Pietro Parolin en una fotografía reciente
El cardenal Pietro Parolin en una fotografía reciente. Foto: CNS.

El secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin, consideró en la tarde del 22 de noviembre que los acuerdos entre Israel y Hamás sobre un alto el fuego y la liberación de 50 rehenes israelíes y 150 presos palestinos suponen «un paso delante de inmensa importancia». Respondiendo a las preguntas de los medios vaticanos tras una conferencia sobre el patrimonio arquitectónico de la Santa Sede, afirmó que la situación de «los secuestrados es clave en cuanto a la intervención armada de Israel» y pronosticó que «si se comienza a resolver esta cuestión, se espera que se pueda llegar a una tregua definitiva y al inicio de negociaciones y una solución pacífica a este conflicto que ensangrienta Oriente Medio».

Pietro Parolin también respondió a las preguntas sobre el encuentro que el Papa Francisco mantuvo el miércoles antes de su audiencia general con una delegación de palestinos con familiares en Gaza y otra de israelíes con familiares secuestrados por Hamás. Según la delegación palestina en su rueda de prensa posterior, Francisco se refirió a la situación en la franja como un «genocidio». Para el secretario de Estado es poco probable que se utilizara tal palabra porque «es un término que se aplica en determinadas situaciones bien precisas y tiene consecuencias también muy precisas a nivel internacional». Aunque en cualquier caso subrayó que había «recibido información directa sobre el diálogo con el Santo Padre».

Por su parte, la Oficina de Prensa de la Santa Sede aclaró inmediatamente a los periodistas que le consultaron el 22 de noviembre que «no le consta» que el Papa pronunciara «genocidio». Según su director, Matteo Bruni, Francisco se limitó durante su encuentro con palestinos a «utilizar los términos con los que se ha expresado en la audiencia general y palabras que representan la situación terrible que se vive en Gaza». Como este desmentido se hizo público cuando la rueda de prensa de los palestinos aún no había acabado, estos fueron repreguntados. Una miembro de la delegación se reafirmó en su versión. «Lo hemos escuchado directamente diez personas», sostuvo. Aunque matizó que «no estamos aquí para utilizar al Papa, sino para transmitir el dolor que sufre la población en Gaza».

Protestas por no nombrar a Hamás

Durante su charla con periodistas el miércoles 22, Parolin también se pronunció sobre la «decepción» que expresaron algunos miembros de la delegación israelí tras su encuentro el miércoles con el Papa porque no nombrara explícitamente a Hamás. «Siempre es difícil contentar a todos», contestó el secretario de Estado, quien explicó que, durante sus intervenciones «normalmente el Santo Padre utiliza términos bastante generales». Una prudencia que le permite que «quien quiera entender, entienda» sin que sea «necesario entrar en detalles». El purpurado italiano confesó además que este «es un estilo un poco general de la Santa Sede» y que el Papa «nunca entra en detalles llamando por su nombre a personas y situaciones».

También la Asociación de Rabinos de Italia ha protestado contra las palabras del Papa durante su catequesis del miércoles. Entonces Francisco dijo, tras reunirse con ambas delegaciones, que «hemos ido más allá de la guerra, esto ya no es guerra, es terrorismo». A lo que la asociación ha respondido en la mañana del 23 de noviembre con un comunicado que expresa: «Estas posturas por parte del más alto nivel de la Iglesia, o bien no tienen rastro de condena a la agresión de Hamás, o bien, en nombre de una supuesta imparcialidad, ponen al mismo nivel al agresor y al agredido». La Santa Sede no ha respondido a estas acusaciones en público.