El Vaticano, abierto a reunir a todos los países en un acuerdo para la paz - Alfa y Omega

El Vaticano, abierto a reunir a todos los países en un acuerdo para la paz

Pietro Parolin se ha mostrado favorable a reeditar los Acuerdos de Helsinki, una cumbre que en 1975 desescaló la Guerra Fría y que hoy podría ayudar a Ucrania y Oriente Medio

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Pietro Parolin en el Aula Pablo VI durante la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo sobre Sinodalidad el 26 de octubre
Pietro Parolin en el Aula Pablo VI durante la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo sobre Sinodalidad el 26 de octubre. Foto: CNS / Lola Gómez.

«Si hay voluntad por parte de todos podríamos convocar una conferencia internacional para retomar lo que fue el espíritu de Helsinki», ha dicho el secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin, el 17 de noviembre a medios vaticanos a la salida de Rompamos el silencio, un acto convocado en la embajada de Italia ante la Santa Sede contra los abusos a menores. El acuerdo al que se refiere Parolin, celebrado en 1975 tras dos años de intensa diplomacia vaticana, sirvió para destensar las relaciones entre los países europeos divididos por el Muro de Berlín y dio pie a lo que se calificó como el espíritu de Helsinki, una concepción de la paz más profunda que la mera ausencia de conflictos armados.

Según el secretario de Estado, el mundo atraviesa un momento en el que puede ser necesaria una reedición de estos pactos que «nacieron precisamente de la convicción de que podíamos hacer algo juntos, de que podíamos progresar». Aunque ha considerado necesario primero «recuperar un mínimo de confianza mutua». «Esto es lo que falta hoy: no nos aceptamos, desconfiamos los unos de los otros e incluso somos hostiles», ha añadido.

Reunión el miércoles 22 con familias de rehenes israelíes

Unos de los primeros países a los que, a juicio del purpurado, estos nuevos acuerdos ayudarían serían Israel y Palestina, para los que el Vaticano pide dos Estados independientes a la luz de otros acuerdos internacionales, los de Oslo de 1993. «El respeto a los hospitales y lugares de culto es un aspecto fundamental del derecho internacional humanitario», ha declarado el italiano, quien ha mostrado su «condena total» a los bombardeos del Ejército israelí sobre estas instalaciones sanitarias. «No hay ninguna razón para incluir los hospitales en ninguna operación de guerra», ha sentenciado.

Pietro Parolin ha también revelado que en la Santa Sede «esperamos realizar lo antes posible» un encuentro del Papa con familiares israelíes de rehenes de Hamás que «conduzca a su liberación». Según una fuente anónima de la agencia Reuters, tal visita podría tener lugar la semana que viene. Posteriormente, a raíz de aquella confidencia, la Oficina de Prensa de la Santa Sede ha confirmado que el encuentro tendrá lugar el miércoles 22 de noviembre. «Creemos que la liberación de los rehenes es uno de los puntos fundamentales para la solución del problema actual», ha opinado el secretario de Estado. A su juicio un segundo es «el alto al fuego» y el tercero una consecuente «llegada de ayuda y atención a los heridos».

El cardenal Parolin ha agradecido también la mediación que tanto Egipto como Catar están ejerciendo para desescalar el conflicto. La Santa Sede, ha revelado, está «en contacto con diversos interlocutores para intentar echar una mano».

Paz en Ucrania y en el resto del mundo

Preguntado por los periodistas por qué «cada vez se habla menos» de Ucrania, Pietro Parolin les ha recordado que son ellos mismos quienes «prestan atención a uno y no al otro». Y los ha emplazado a cubrir especialmente la invasión rusa de Ucrania «porque es un conflicto muy sangriento». Se ha mostrado «profundamente entristecido» por «las víctimas en ambos bandos» y reconocido que, aunque «no vemos grandes perspectivas de solución» la Iglesia «también allí debe encontrar una salida a esta tragedia».

Finalmente se ha mostrado favorable al encuentro del 16 de noviembre entre el presidente estadounidense, Joe Biden, y su homólogo chino, Xi Jinping, en San Francisco (Estados Unidos) y lo ha definido como «un paso adelante en las relaciones entre Estados Unidos y China». «Han dicho que no se pueden dar la espalda y me parece un progreso en una situación de tensión general», ha concluido.