Pablo VI, un gran defensor de la vida por nacer - Alfa y Omega

Pablo VI, un gran defensor de la vida por nacer

El Papa Francisco autorizó el viernes pasado el reconocimiento del milagro que se atribuye al Papa Pablo VI, la curación de un niño en el vientre materno, y su beatificación el 19 de octubre próximo. Aleteia ha entrevistado al padre Antonio Marrazzo, postulador de la Causa de beatificación, quien compartió algunos hechos poco conocidos del proceso y de la figura del próximo Beato

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El milagro que se atribuye a Papa Montini ocurrió en Estados Unidos en 2001. Una religiosa amiga de la familia aconsejó a la madre, que había sido inducida a abortar, que invocar la intercesión de Pablo VI. La madre puso sus últimas esperanzas en la oración. Después de la 34 semana de embarazo, los problemas de salud del niño por nacer terminaron.

Giovanni Battista Montini es «venerable no solo por ser Papa», sino porque fue «un hombre, un seminarista, un sacerdote, un obispo y un Papa» que actuó con «prudencia al servicio de los demás, unido a Cristo y amante de la Iglesia, que significa amor al pueblo, no a las estructuras o a las instituciones». Así describe la estatura humana de Papa Montini su postulador oficial, el padre Marrazzo.

No es casualidad que al Papa que escribió la Humanae Vitae para la defensa de la vida, se le atribuya el milagro de salvar la vida de un niño por nacer. Al respecto, Marrazzo cree que Papa Pablo VI ha testimoniado con su vida, y ahora con este milagro, que «el hombre no puede ser considerado un objeto, porque entonces ya no es más imagen de Dios».

«La enseñanza de Pablo VI es precisamente vivir una vida cristiana encarnada en la realidad. Vivir el cristianismo como parte de la dimensión humana. No debo preocuparme de testimoniar mi santidad, sino de vivir con mi humanidad para expresar la santidad de Dios», afirmó Marrazzo, con 27 años de experiencia a las espaldas como postulador de la causa de santos y mártires.

Una causa abierta desde 1979

Un cristiano ejemplar el titulo del documento de 527 páginas autorizado por Juan Pablo II, en febrero de 1979, para la ejecución del testimonio de la santidad de Pablo VI.

La Causa fue abierta el 28 noviembre de 1979, apenas un año después de la muerte del Pontífice. Monseñor Luiggi Morstabilini, el obispo de la ciudad natal de Papa Montini, Brescia, lideró la causa.

La beatificación de Pablo VI también tiene una cuota latinoamericana, confirmó el también postulador de los misioneros redentoristas. La Causa, depositada por el Episcopado italiano el 23 marzo de 1992, también fue apoyada por el Episcopado latinoamericano, que durante la Conferencia general en Santo Domingo del 12 al 28 de octubre 1992 suscribió el llamado del cardenal Antonio Quarracino, entonces arzobispo de Buenos Aires y Presidente de la Conferencia Episcopal de Argentina.

Pablo VI fue el primer Papa en fomentar la participación de las mujeres en un concilio. De hecho, la beatificación de Pablo VI se debe además al trabajo de una mujer. En marzo de 2007 fue nominada como colaboradora externa la doctora Giselda Adornato, quien se ocupó de documentar las virtudes heroicas del Siervo de Dios, confirma Marrazzo.

El 20 de diciembre de 2012, Benedicto XVI, declaró Venerable a Pablo VI, autorizando la promulgación del Decreto sobre las virtudes heroicas.

Ary Waldir Ramos Díaz / Aleteia