Ortega consuma la expulsión del Vaticano de Nicaragua - Alfa y Omega

Ortega consuma la expulsión del Vaticano de Nicaragua

El sacerdote Marcel Diouf, último representante diplomático del Papa, ha llegado hace unas horas a Costa Rica

Ángeles Conde Mir
Representantes de la Delegación de la Unión Europea y de las embajadas de Alemania, Francia e Italia en Nicaragua se despidieron del encargado de negocios del Vaticano en Managua, Marcel Diouf, antes de su salida del país.

El Gobierno de Costa Rica ha confirmado que ha acogido al encargado de negocios de la Santa Sede en Nicaragua, Marcel Diouf, tras el cierre de la Nunciatura Apostólica en ese país, según informa EFE. Así lo comunicó el ministerio de Exteriores costarricense a través de una nota en la que asegura que el diplomático, Marcel Diouf, ha sido acogido en el país hace unas horas. Nicaragua ha aceptado que sea Italia a quien la Santa Sede confíe la custodia de la nunciatura, así como sus bienes y archivos en virtud del artículo 45 de la Convención de Viena sobre las relaciones diplomáticas.

Daniel Ortega consuma así la expulsión definitiva de los representantes del Papa en Nicaragua que ya comenzara hace un año. El 12 de marzo de 2022, el régimen de la pareja Ortega-Murillo expulsó de manera abrupta al nuncio Waldemar Stanislaw Sommertag en un gesto que la Santa Sede calificó de «injustificado». La sede diplomática no cerró entonces y se quedó a cargo de Marcel Diouf.

Los ataques contra la Iglesia y sus representantes se han intensificado siendo el episodio más grave la condena a más de 26 años de cárcel contra monseñor Rolando Álvarez por «traición a la patria». Daniel Ortega ha dado un paso más con esta decisión de ordenar el cierre definitivo de la nunciatura y suspender las relaciones diplomáticas. El detonante fueron las declaraciones de Francisco en una entrevista en las que calificó de «dictadura grosera» al régimen de Ortega y de él dijo que su comportamiento es el propio de alguien que presenta un desequilibrio. Con esta contundencia, el Papa rompió con la tónica de moderación que había mantenido hasta ahora con Daniel Ortega pese a los atropellos de su régimen contra la Iglesia católica en Nicaragua. A principios de marzo, un informe de la ONU confirmaba la deriva autoritaria del gobierno nicaragüense y su persecución abierta contra la Iglesia.

Nicaragua también ha notificado a la Santa Sede que desea cerrar su embajada en Roma. El país no tiene un embajador ante la Santa Sede desde el 21 de septiembre de 2021 y solo cuenta con una ministra consejera.