Once niños mueren en un ataque militar en Myanmar
Según una testigo, los helicópteros utilizaron ametralladoras y armas pesadas contra la escuela del municipio de Tabayin, que alberga a 240 alumnos y está situada en el complejo del monasterio budista de la localidad
Al menos once niños han muerto en un ataque aéreo y en disparos indiscriminados contra zonas civiles, incluida una escuela, en el municipio de Tabayin, en Myanmar. El ataque tuvo lugar el pasado viernes, 16 de septiembre. Y aunque todavía se están verificando más detalles, en un comunicado UNICEF ha hecho llegar sus condolencias «a los padres y familias que perdieron a sus hijos». La institución también ha informado de que «al menos 15 niños de la misma escuela siguen desaparecidos. UNICEF pide su liberación inmediata y segura».
Save the Children, presente en Myanmar desde 1995, también ha condenado enérgicamente el atentado, según recogen medios vaticanos. «Exigimos que se respete el derecho internacional humanitario y que no se ataque a los niños ni a las escuelas», aseguran en un comunicado emitido el pasado martes. «Una vez más, vemos que los niños se llevan la peor parte del conflicto. Es prioritario que esta violencia cese inmediatamente y que se proteja a los niños y a los civiles». El director para Asia de la organización, Hassan Noor, ha pedido que «el Consejo de Seguridad de la ONU celebre urgentemente una reunión abierta sobre Myanmar y apruebe una resolución para proteger los derechos de los niños del país, incluido su derecho a una educación segura».
El periódico británico The Guardian ha informado de que una responsable de la escuela, que utiliza el seudónimo de Mar Mar, dijo que mientras intentaba llevar a los alumnos a refugios seguros, dos de los cuatro helicópteros Mi-35 del Gobierno que sobrevolaban la zona comenzaron a atacar. Al parecer, los helicópteros utilizaron ametralladoras y armas pesadas contra la escuela del municipio de Tabayin, que alberga a 240 alumnos y está situada en el complejo del monasterio budista de la localidad. Mar Mar, que trabaja en la escuela con 20 voluntarios, dijo en una entrevista con Associated Press que nunca pensó que «serían brutalmente alcanzados por las ametralladoras».
El ataque duró una hora, informó Mar Mar, «sin parar ni un minuto». Cuando cesó el ataque aéreo, unos 80 soldados entraron en el monasterio y dispararon contra los edificios. Mar Mar ha asegurado al diario británico que vio a unos 30 estudiantes con heridas en la espalda, las piernas, la cara y otras partes del cuerpo. Algunos estudiantes habían perdido miembros. Dos de las personas capturadas fueron acusadas de ser miembros de la Fuerza de Defensa Popular antigubernamental, el brazo armado de la resistencia al Ejército.
Según la Asociación de Asistencia a los Presos Políticos, con sede en Tailandia, que vigila los derechos humanos en Myanmar, al menos 2.298 civiles han muerto a manos de las Fuerzas de Seguridad desde que el Ejército tomó el poder en febrero del año pasado, derrocando al Gobierno elegido de Aung San Suu Kyi. Desde entonces, la ONU ha documentado 260 ataques contra escuelas y personal educativo por parte de los militares.