Omella, sobre los abusos: «No podemos tirarnos piedras unos a otros»
«Todos hemos aprendido tarde», ha lamentado el cardenal Juan José Omella tras la reunión de los obispos españoles para valorar el informe del Defensor del Pueblo sobre abusos. Este fenómeno «ha descendido drásticamente en los últimos años, y eso es una buena noticia»
«Sobre el tema de los abusos sexuales a menores, todos hemos aprendido tarde, como pasó con la esclavitud en su momento. Pero al final la esclavitud se acabó aboliendo. Sobre todo, hemos aprendido a escuchar a las víctimas, porque es horrible lo que han vivido y cuando te lo cuentan se te pone la carne de gallina». Lo ha dicho este martes el cardenal Juan José Omella, presidente de la Conferencia Episcopal Española, durante la rueda de prensa para informar sobre la Asamblea Plenaria extraordinaria de los obispos celebrada el lunes, una reunión en la que los prelados abordaron el informe del Defensor del Pueblo sobre los abusos sexuales a menores cometidos en el seno de la Iglesia.
A la reunión del lunes fue invitado el Defensor del Pueblo, aunque se excusó por asuntos personales. En cualquier caso, la CEE ha solicitado a su oficina los detalles técnicos de la encuesta adjunta a su informe, con el objetivo de dar una respuesta más pormenorizada a la polémica sobre las cifras de abusos extrapoladas de su estudio. En este sentido, ante las más de 400.000 víctimas atribuidas a la Iglesia en algunos medios, el cardenal Juan José Omella ha señalado que «la sociedad entera sabe sumar», y mostró su desconfianza por la «opacidad» de la encuesta.
Omella ha aludido a «la intencionalidad de vender esa cifra cuando todo el mundo sabe que no es así. Esto es mentira y no corresponde a la realidad, y el mismo Defensor del Pueblo no ha dado estos datos. ¿Quién ha tenido interés en dar esa cifra entonces? No corresponde a la verdad. Si seguimos las cuentas matemáticas, todos estaríamos metidos en la dinámica de abusos».
Junto a ello, el presidente de los obispos ha agradecido «el servicio de los periodistas dando luz» sobre este asunto, pero ha recalcado también que en el tema de los datos «es necesario buscar siempre la verdad», por lo que «no podemos tirarnos piedras unos a otros». «Las cifras, al final no nos llevan a ninguna parte; lo que importan son las personas. Trabajemos juntos», ha invitado.
En cualquier caso, gracias a la creciente sensibilización de la sociedad, los abusos en el seno de la Iglesia «han descendido drásticamente en los últimos años, y eso es una buena noticia», ha celebrado el cardenal Omella. «Actualmente hay menos casos de abusos, esa es la percepción que tengo», ha señalado, al mismo tiempo que ha valorado las medidas que la Iglesia en España ha tomado en los últimos años: «En esto ha habido un antes y un después», ha dicho Omella.
Una reparación «para todas las víctimas»
Por su parte, Francisco César García Magán, secretario general de la CEE, se ha referido a la reparación integral a las víctimas, «que debe ser económica y también espiritual para quien lo desee». Al mismo tiempo, ha destacado que «nos gustaría» que esta compensación «fuera para todas las víctimas, sin discriminación para nadie. El informe constata víctimas de otros ámbitos, y no se las puede dejar fuera. Todas las víctimas son víctimas y hace falta un compromiso global» de la sociedad. En la Iglesia «ya estamos trabajando en esa reparación integral y estamos dispuestos a participar. Pero todas merecen esa reparación, que no es solo económica sino que debe afectar a todas las dimensiones de la persona», añadió García Magán.
La decisión de los obispos sobre el informe que encargaron al despacho del abogado Javier Cremades se ha postergado a la próxima Asamblea Plenaria ordinaria que tendrá lugar del 20 al 24 de noviembre, «para poder hablar con más tranquilidad e ir madurando mientras tanto el informe del Defensor del Pueblo», dijo el cardenal Omella.
También en noviembre, la Conferencia Episcopal Española implementará el itinerario para la aplicación de las recomendaciones del Defensor del Pueblo. Los obispos «han considerado valiosas sus propuestas para poner fin a esta lacra, que es un problema social y que atañe a toda la sociedad, como señala el mismo informe», dijo García Magán.
«Un solo caso es una tragedia»
Por su parte el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, ha confesado a Alfa y Omega «acoger con enorme respeto» el documento, que «recoge el dolor y el lamento de muchas personas que han padecido abusos». Proviene además de «una institución respetable que sabe mucho del sufrimiento de los ciudadanos por múltiples motivos».
Cobo, además, dice no querer entrar en «una guerra de cifras que no conduce a nada» y pide centrarse en las víctimas: «Siempre hemos dicho que solo caso es una tragedia y un fracaso en nuestra misión. Si esa cifra se multiplica, lo hace también nuestro dolor».