Ojalá nos quieran seguir acompañando - Alfa y Omega

Ojalá nos quieran seguir acompañando

Cada vez que un lector hace referencia a una emoción o aprendizaje a través de estas páginas, el corazón se nos llena de emoción

Alfa y Omega

Como dice el tribunero de esta semana que arranca, el profesor Ricardo Piñero, hay que apartar las penas de volver a la bendita rutina y verlo como un tiempo de oportunidad «para comenzar a hacer las cosas de otro modo o hacer algo distinto». En este semanario nos lo hemos tomado al pie de la letra y hemos empezado el curso con una propuesta que acercará a los lectores a cómo la fe actúa en la vida de personas concretas —y muchas veces desconocidas— que han hecho de sus vidas espejos de Dios en la tierra. Seguiremos trabajando en los grandes temas que preocupan a la Iglesia en España y en los que el Santo Padre marca como agenda para la Iglesia universal. Continuaremos recorriendo cada esquina del mundo donde haya alguien que sufre. Pero, asimismo, pondremos el foco en cuestiones que afectan a la Iglesia local y al pueblo de Dios. Recorreremos las calles de la gran urbe para traer las historias de entrega que, en muchas ocasiones, viven escondidas tras los muros de congregaciones, comedores sociales, centros de pastoral y tantos otros lugares, y conoceremos de primera mano cómo las parroquias son realmente la casa de todos, hospitales de campaña, como pide reiteradamente Francisco. No nos olvidamos de algo fundamental para este semanario, el pensamiento y la cultura. Hablaremos de música, cine, series, libros, teatro, ocio infantil y, a través de filósofos, teólogos o literatos, sentaremos las bases de la antropología para aprender juntos a enfocar los acontecimientos, tanto personales como sociales, que nos toquen vivir.  

Ojalá nos quieran seguir acompañando en este periplo en el que, desde el rigor periodístico y el amor a la Iglesia, llevamos recorriendo más de una veintena de años. Cada vez que uno de ustedes hace referencia a una emoción o un aprendizaje a través de nuestras páginas, el corazón se nos llena de emoción por saber que esta vocación periodística cumple su objetivo. Gracias por seguir.