Occidente evacúa a sus ciudadanos de Sudán
España ha enviado cuatro aviones militares a Yibuti para sacar del país a unas 80 personas
Lo ha confirmado la ministra de Defensa, Margarita Robles. Este viernes cuatro aviones militares partieron con destino a Yibuti, un pequeño país en el cuerno de África, desde donde se espera evacuar a unas 80 personas. El general Al Burhan ha ofrecido la ayuda del Ejército sudanés para facilitar el traslado de todos los occidentales que deseen abandonar el país ante la escalada del conflicto que comenzó hace ya siete días. En esos cuatro aviones militares, España pretende evacuar no solo a ciudadanos españoles, sino también a sudamericanos y europeos cuyos países no hayan enviado medios. La Unión Europea cifra en unos 1.500 a los europeos bloqueados en el país.
Los aviones españoles tienen dos opciones. Una sería poder viajar hasta Jartum si abre el aeropuerto y hay un alto el fuego o tregua. Y otra sería permanecer en Yibuti hasta que el grupo en Sudán pueda abandonar el país con garantías. La titular de Defensa ha confirmado que en los aviones se ha trasladado material militar como vehículos, por si fuera necesario evacuar por tierra. Con ese fin han viajado en el convoy militares de operaciones especiales.
«Los aviones están allí preparados para inmediatamente que se respete el alto el fuego, pueda realizarse esa operación que no va a ser fácil, porque el aeropuerto de Sudán está cerrado», ha precisado Robles.
Civiles heridos
Otros países como Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Corea del Sur, Tailandia o China también ultiman la evacuación de sus ciudadanos. Estados Unidos habría desplegado ya tropas en Yibuti e incluso en Sudán para facilitar la evacuación de sus 16.000 ciudadanos presentes en el país. Por su parte, Jordania y Arabia Saudí estarían organizando la salida de sus nacionales a través de la ciudad de Port Sudán, a las orillas del mar Rojo, a unos 850 kilómetros de Jartum.
Italia cuenta con 200 ciudadanos, de los cuales 44 trabajan con la ONG italiana Emergency, que gestiona un hospital especializado en cardiología en Jartum y tres hospitales pediátricos en Darfur, Nyala y Port Sudan. Los centros sanitarios son los que más están notando la cascada de heridos y muertos.
Cyrus Paye, coordinador de Médicos Sin Fronteras en Sudán, asegura que «la mayoría de los heridos son civiles alcanzados por balas perdidas y muchos de ellos son niños». En la ciudad de El Fasher, de un millón de habitantes, solo opera un hospital de esta organización en el que ya han atendido a 354 heridos. 47 personas han fallecido a causa de las heridas. Estiman que se quedarán sin suministros en menos de tres semanas si siguen recibiendo heridos a este ritmo.
Cortes de luz y agua
Los que no están heridos no lo están pasando mucho mejor. Algunos están intentando la huida a la desesperada, pero la mayoría de los civiles están encerrados en sus casas y a duras penas pueden salir para obtener los pocos víveres que quedan en los supermercados. Lo están experimentando los salesianos de la escuela técnica de Jartum, a los que sorprendieron los primeros combates el sábado pasado mientras daban clase a casi 500 estudiantes del centro. «Hay cortes de luz y de agua, y la comida y el combustible empiezan a escasear. Los comercios también permanecen cerrados. La situación cada vez es peor, porque no se han respetado los sucesivos altos el fuego decretados», explica el padre Eric Mairura, administrador provincial de los salesianos en África oriental. Han cerrado dos de las comunidades con las que cuentan en la capital y tres salesianos permanecen en la escuela técnica, alcanzada también por la artillería.
Según el último balance ofrecido por la Organización Mundial de la Salud, la cifra de muertos asciende a las 413, mientras que los heridos son más de 3.550.