Objetivo: evitar un atentado en Zamora
1.000 jóvenes de Castilla y León participaron en Escape City, una actividad de clase de Religión para conocer mejor la cultura y el arte de Zamora
El 28 de marzo, 1.000 alumnos de 4º de la ESO y Bachillerato de 25 institutos de toda Castilla y León llegaron en autobuses a Zamora con una misión: habían recibido varios vídeos avisándoles de que «un tal John Doe había colocado una bomba en la ciudad. Debíamos desactivarla en menos de dos horas», nos desvela Irene, de 15 años y alumna del instituto Eras de Renueva, de León. Lo único que tenían para lograrlo era un sobre con cosas como unos códigos postales, billetes de avión, transparencias o unos plásticos rojos.
Así comenzó Escape City, la actividad estrella del VI Encuentro Regional de Alumnos de Religión. María, también leonesa de 15 años pero del instituto Legio VII, explica que «cada vez que resolvíamos una pista nos servía para llegar donde estaba la siguiente. Así recorrimos toda la ciudad, sus iglesias y plazas, y aprendimos bastante. Había una prueba sobre comida típica, y sopas de letras, crucigramas, laberintos… Una de las que más me gustó fue ordenar cronológicamente imágenes de la ciudad. Era distinto a una gymkhana porque en las gymkhanas las pruebas son más físicas: manuales, de correr…». En el Escape City, añade Irene, «teníamos que agudizar el ingenio». Otra diferencia es que en esta actividad el móvil era una herramienta imprescindible para escanear códigos y conseguir información.
Lograr combinar más de 30 pistas diferentes para tener toda la información necesaria para desactivar la bomba no era fácil. Pero, aun así, la mitad de los grupos llegó hasta el final y consiguió impedir el atentado de John Doe contra esta bonita ciudad. Convertir algunas actividades educativas en juegos como este con una historia inventada, vídeos y pruebas que superar es una nueva forma de enseñar que algunos profesores están empezando a usar porque «se aprende mejor cuando tienes que participar de forma activa –nos cuenta Juan Carlos López, delegado de Enseñanza de Zamora y organizador del Escape City–. Está claro que no todas las clases pueden ser así. Pero, de vez en cuando, complementan lo que hacemos en el aula y hacen que los chicos se impliquen más».
Una asignatura diferente
María le da la razón: «En clase todo es siempre de la misma forma: aprendemos lo que el profesor nos explica. Esto era diferente, y aunque fuera como un juego nos enseñó cosas». Ni ella ni Irene habían hecho nada parecido en otra asignatura. «Creo que si tuviéramos lo mismo en Biología o Lengua, también recordaríamos mejor la información». A Irene, por ejemplo, le llamó la atención lo antigua que es la catedral de Zamora. La construyeron en el siglo XII, así que tiene el récord de antigüedad de Castilla y León.
El Escape City no es la única actividad diferente que hacen los alumnos de Religión en esta ciudad. Juan Carlos, el delegado, nos explica que los profesores colaboran mucho para organizar estos juegos, un campamento, proyecciones de películas… También están preparando guías para que cualquier grupo de Religión o de otra asignatura que visite la ciudad pueda conocer de forma interactiva la catedral, el museo diocesano y el museo de Semana Santa. Quieren demostrar «que esta asignatura está viva, tiene significado y no es una clase más». Cree que esta es una de las razones por las que Zamora es de los lugares donde más alumnos de Primaria y Secundaria se apuntan a Religión: el 78 %.
A Irene, esta asignatura le gusta «porque aprendemos muchas cosas sobre el ser humano y muchísima cultura general, que quien no coge Religión normalmente no sabe». «Por ejemplo –añade María–, por qué el cristianismo es tan importante para la historia y el arte. Además, nos enseñan valores humanos y a veces discutimos sobre temas de actualidad, y es muy interesante porque todos pueden expresar sus opiniones».