«No se entendería que el nuevo Papa estuviera desconectado» de las plataformas digitales
El consultor de comunicación Alberto Chinchilla subraya algunos elementos que sería bueno que estuvieran presentes en el perfil comunicativo del nuevo Pontífice
Benedicto XVI fue el primer Pontífice tuitero de la historia. Se lanzó a la red social X —antigua Twitter— el 12 de diciembre de 2012: «Queridos amigos, es un placer ponerme en contacto con vosotros a través de Twitter. Gracias por vuestra generosa acogida. Os bendigo a todos desde mi corazón». A pesar de ello, el consultor de comunicación Alberto Chinchilla, en entrevista con nuestro compañero Juan Luis Vázquez, aseguraba que «no habíamos tenido en la Iglesia hasta entonces un perfil tan comunicador como el de Francisco».
La cuestión ahora sería qué podemos esperar del nuevo Papa en el ámbito de la comunicación. Una pregunta difícil de responder sin conocer todavía el perfil del elegido. En este sentido, Chinchilla reconoce que «es una incógnita», pero cree que la Iglesia «necesita ahora» un Pontífice que continúe por la senda de la «participación» y de «aceptar ese tipo de propuestas de entrevistas», como las que le han hecho a Francisco, desde medios a priori no afines al mensaje eclesial.
También hace falta continuidad, según Chinchilla, en el hecho de entender «cuáles son los códigos de los nuevos canales» de comunicación. Sobre todo, porque «ya no se trata de una nueva realidad», sino de algo cotidiano. «Está totalmente integrado en nuestro día a día», asegura el experto, que señala estas plataformas como herramientas a través de las que nos comunicamos con nuestros allegados.
Pero no es el único uso. «Los jóvenes también buscan en ellas información» y «pasan muchas horas». De esta forma, «es ahí donde se necesita colocar la palabra del Evangelio», una tarea desde luego que involucra a todos los católicos y por supuesto «al que hace cabeza» entre todos ellos. «No se entendería que el Papa que nos va a representar en los próximos años esté desconectado de esta realidad», concluye el consultor de comunicación Alberto Chinchilla.