No descuidemos el anuncio de la salvación - Alfa y Omega

No descuidemos el anuncio de la salvación

El Papa detalla que los cristianos somos «peregrinos en camino hacia la plena unidad» y pide mantener fija «la mirada en Jesús»

Alfa y Omega

Desde el pasado martes, día de la confesión de Pedro, se está celebrando una nueva Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. El lema de este año, Nosotros hemos visto salir su estrella en el Oriente y venimos a adorarlo, hace referencia a los Reyes Magos y, en estos tiempos de dificultades e incertidumbres, constituye un recordatorio de que el Señor es la luz que marca el camino de todos los cristianos y puede iluminar al resto del mundo.

En este sentido, los obispos de la Subcomisión para las Relaciones Interconfesionales y Diálogo Interreligioso de la Conferencia Episcopal Española advierten en su mensaje de que, «sin renunciar a la búsqueda permanente del acuerdo sobre la fe que creemos», si solo ponemos el foco en las «desuniones», «descuidamos el anuncio de la salvación en Cristo» y nunca alcanzaremos «la unidad visible que Cristo quiso para su Iglesia». La salvación –abundan– es «el destino universal» de los seres humanos y para que llegue a todos «es preciso darles a conocer la verdad que se le ha confiado a la Iglesia».

En el ángelus del pasado domingo, el propio Francisco también detalló que los cristianos, con nuestras distintas tradiciones y confesiones, somos «peregrinos en camino hacia la plena unidad» y, a fin de acercarse a esta «meta», pidió mantener fija «la mirada en Jesús, nuestro único Señor». En este camino, por cierto, no hay mejor «alimento» que la Palabra.

Como la Iglesia recuerda precisamente en este tercer domingo del tiempo ordinario, establecido por el Papa como Domingo de la Palabra de Dios, su lectura individual y comunitaria nos ayuda a tener un encuentro nuevo con Jesús, nos permite descubrirlo, nos llena de energía y esperanza, y nos alienta a salir al encuentro de otras personas. Solo así la luz llega a los demás. Solo así se construye verdaderamente el Reino de Dios.