Una luz en la oscuridad de Oriente Medio - Alfa y Omega

Una luz en la oscuridad de Oriente Medio

En medio de la crisis del Líbano, un equipo del Consejo de Iglesias de Oriente Medio ha preparado la próxima Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos con el objetivo de dar esperanza y compartir la espiritualidad oriental

María Martínez López
El custodio de Tierra Santa saluda a líderes ortodoxos en Belén en la Epifanía. Foto: PGPO / CTS.

Cuando el Consejo de Iglesias de Oriente Medio asumió el encargo de preparar la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos de 2022, que comienza el 18 de enero, era otoño de 2019. En el Líbano, donde tiene su sede, arrancaba un estallido social y una crisis que desde entonces no ha hecho más que agravarse. Luego llegó la pandemia, que obligó a reducir el grupo de trabajo de 20 personas a un pequeño comité de ocho, por los problemas técnicos para trabajar online.

«Todas estas dificultades representan las condiciones en las que se desarrolla nuestra vida en Oriente», apunta el sacerdote melkita Gabriel Hachem, director del Departamento de Teología y Relaciones Ecuménicas del Consejo de Iglesias de Oriente Medio. Por ello, han sido también un estímulo para buscar formas creativas de ofrecer un «testimonio de luz en medio de la oscuridad de la situación política, social, económica y sanitaria».

En un primer momento, y en el contexto de la disminución del número de cristianos en la región, se plantearon elegir como tema el ser «sal de la tierra» o «levadura en la masa». Pero, al final, ganó por unanimidad Hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo. Una apuesta que aunaba el deseo de honrar el testimonio de los cristianos de la región y darles esperanza, y el de «transmitir a todas las iglesias del mundo un mensaje oriental: Cristo, aparecido en nuestra región, es la luz de las naciones y quien nos revela al Padre».

Más allá de la Navidad

El significado teológico del episodio de los Magos en su tradición «va mucho más allá de la Navidad», abunda Hachem. Hunde sus raíces en la teofanía o manifestación de la Trinidad y resalta el carácter de adoración a Dios que tiene la liturgia, «una dimensión muy querida por los orientales». En esta adoración «encuentra su unidad la diversidad eclesial y étnica de nuestras iglesias». Sin olvidar que la apuesta por la universalidad de la salvación «ha llevado al martirio» de muchos durante siglos.

Este mensaje encaja a la perfección con El Vídeo del Papa y su intención para enero: que las víctimas de persecución religiosa «encuentren en las sociedades en las que viven reconocimiento y dignidad». La persecución por la fe «no solo es inaceptable, es inhumana», subraya Francisco, antes de proponer que se aprovechen «tantas cosas» que «como seres humanos tenemos en común» para acogernos «con la alegría de ser hermanos». En esta línea, subraya el padre Hachem, también en los materiales para la semana de oración «quisimos abrirnos a lo interreligioso» y «a los sufrimientos del mundo entero».